Un curioso hecho ocurrido en Argentina se saldó con beneficio para el dueño de una piscina, que previamente había sido robada. El hombre pudo recuperarla tras volar con dron por la zona, luego de conseguirla en casa de un vecino mientras este la instalaba en el patio de su casa.
El afectado, dueño de un local de venta de piscinas en la localidad de Santa Fe del país sudamericano, no dio por perdido su producto y decidió investigar tras el robo.
Cual sería su sorpresa al descubrir a uno de sus vecinos instalando la pieza, hecha de fibra de vidrio, en el patio de su vivienda.
OLA DE CALOR EN ARGENTINA
El insólito hecho ocurrió el martes por la tarde, cuando el comerciante descubrió que en su local faltaba una de las piscinas que tenía a la venta. Dicha pieza era muy solicitada por la ola de calor que sufre gran parte de ese país.
Por tratarse de un objeto lo suficientemente grande como para ocultarlo con éxito, y porque en casi todos los casos se coloca al aire libre, el hombre decidió llevar a cabo la búsqueda de la piscina sustraída en las inmediaciones de su local, ubicado sobre la ruta 1 a la altura del km 5 en Rincón, según reseñó el medio argentino Clarín.
Efectuó la búsqueda con un dron, con el que desde el aire empezó a «espiar» a sus vecinos en un radio cada vez mayor. Finalmente dio con lo que buscaba: la piscina mientras se instalaba en un patio.
La vivienda estaba a unos 400 metros de su comercio, que no es muy lejos. Pero teniendo en cuenta las dimensiones del objeto robado todavía es un misterio cómo hicieron los ladrones para trasladarla hasta el que iba a ser su destino final, una casa quinta de la zona.
Con las imágenes y la ubicación definida, el comerciante se dirigió hasta la comisaría de la zona e hizo la denuncia pertinente. Se ofreció incluso a acompañar a los policías para desenmascarar al ladrón.
Con los datos aportados por el denunciante, los efectivos fueron hasta el lugar. Allí se encontraron con un hombre de unos 30 años que dijo ser el propietario de la casa. Si bien intentó esgrimir alguna explicación poco creíble, terminó con una causa abierta por el presunto delito de «encubrimiento».
La piscina, afortunadamente, regresó a su verdadero dueño sin ningún daño.