Las elecciones en la Universidad Central de Venezuela (UCV) han sido un hito luego de más de una década sin realizarlas producto de la decisión del Tribunal Supremo de Justicia.
Miguel Barone, director de la alianza Todos por la Educación, acotó que luego de estar 15 años sin elecciones no solo deterioraron ampliamente la autonomía universitaria, sino que «dejaron al cuartero rectoral a medias y a buena parte de los decanatos encabezados por figuras encargadas».
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Por ejemplo, detalló que en el caso de la UCV solo se mantuvieron dos cargos intactos desde la última elección. La rectora, Cecilia García Arocha y el secretario, Amalio Belmonte. Y es que recordó que el vicerrectorado académico quedó vacante en 2022 tras la muerte de Nicolás Bianco, aunque su puesto que fue designado luego por el Consejo Universitario.
Asimismo, indicó que dos años antes, el vicerrector administrativo, Bernardo Méndez renunció. Ante esto, Belmonte tuvo que asumir las riendas de la secretaría y el vicerrectorado al mismo tiempo. Mientras, de los 11 decanatos, ocho ya tenían a cargo autoridades encargadas.
Barone opina que haber buscado una forma para destrabar la situación electoral fue clave, aun cuando no se le dio al gobierno el peso del voto uno a uno en el caso de los administradores fue crucial para hacer los comicios.
Asimismo, el director de Todos por la Educación opinó que en la UCV ha disminuido el volumen de estudiantes y eso tiene una repercusión. Aunque el número de egresados siga creciendo. No obstante, asegura que sigue habiendo complejidad, por la precariedad reinante.
EL TEMA EN LA UNIVERSIDAD
Pero este escenario es muy similar en otras universidades. Juan Quintero, representante de Todos por la Educación en Lara, explicó que en la Universidad Experimental Politécnica, Antonio José de Sucre ya las autoridades llevan años con el período vencido.
Por su parte, en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado «son más de 13 años sin celebrar elecciones», señaló Quintero.
Recordó que la primera ausencia en el tren rectoral se dio en 2014 cuando el secretario renunció al cargo. En ese momento el Consejo Universitario y el rector escogieron a uno nuevo, contando con el respaldo del ministerio y las autoridades.
En 2017, el rector falleció, dejando solamente a ambos vicerrectores como únicos cargos originales electos. Para ese entonces, mencionó que la vicerrectora académica asumió el puesto, aunque en 2020 renunció.
“Es decir, el vicerrector administrativo, es también el académico y el rector”, dijo.
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En el caso de la Universidad de Oriente, el escenario no es diferente a los otros. Nicolás Millán, dirigente de esa casa de estudios y aliado de Todos por la Educación, precisó que la UDO se encuentra sin renovación desde 2006.
“Un día antes de llevarse a cabo las elecciones para renovar a las autoridades, el Tribunal Supremo de Justicia, sacó la famosa sentencia”, comentó
Desde entonces el movimiento estudiantil viene exigiendo elecciones a través de cartas. Sin embargo, la respuesta siempre ha sido la misma, no a causa de la sentencia del TSJ.
