Feligreses celebraron la mañana de este lunes la misa central por los 114 años de coronación canónica de la Virgen del Valle en el estado Nueva Esparta.
La eucaristía estuvo presidida por el nuncio apostólico, Alberto Ortega, quien acotó que la Virgen del Valle es muy querida en todo el país.
«La Virgen del Valle, madre tierna y cercana, nos recuerda que estamos llamados a la santidad y a vivir nuestra vocación con alegría y confianza en el Señor», aseguró.
Destacó que «Dios camina con nosotros, nos acompaña con amor y hace historia junto a cada uno de sus hijos».
Además, celebró la canonización de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles. «Son los primeros santos venezolanos y merecen un aplauso. Esperamos que le sigan muchos y que nos recuerda a cada uno de nosotros que estamos llamados a ser santos. Esa es la vocación de cada uno de nosotros en cualquier condición».
#Video | En la Solemnidad de la Virgen del Valle, monseñor Alberto Ortega, Nuncio Apostólico en Venezuela, compartió un profundo mensaje de fe y esperanza. Recordó que María, Madre de la Iglesia, nos enseña a ser un pueblo santo y nos invita a dejar que Dios haga de nuestra vida… pic.twitter.com/sDvpdEsufV
— Globovisión (@globovision) September 8, 2025
LA PRIMERA MISA EN HONOR A LA VIRGEN DEL VALLE
Incluso la primera misa, celebrada a la medianoche, contó con una asistencia de más de 4.000 personas que llenaron el Campo Eucarístico, indicó la Diócesis de Margarita.
Esta eucaristía, que marcó el comienzo de las celebraciones litúrgicas, estuvo presidida por el presbítero Marlon Díaz, en compañía de los peregrinos de la parroquia San Pedro Apóstol de la Isla de Coche, enmarcada en el Año Jubilar de la Esperanza.
La misma se vivió bajo el lema «María, Dulce Esperanza». El sacerdote resaltó la importancia de la Virgen como faro de esperanza en estos tiempos, invitando a los presentes a vivir este año de gracia con devoción y un espíritu renovado.
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La multitudinaria participación no solo subraya la profunda fe de los venezolanos en la Virgen del Valle, sino que también establece un emotivo comienzo para las festividades, uniendo a la comunidad en un mensaje de esperanza y devoción.
«Hoy nosotros también presentamos momentos en que la voluntad de Dios parece desafiante o misteriosa. Ante las dificultades, dudas o sufrimientos María nos invita a pronunciar con ella nuestro propio ‘hágase’. Su ejemplo nos recuerda que el plan de Dios es mayor que el nuestro y que, su voluntad, aunque a veces incomprensible, está impregnada de amor y de salvación», indicó Díaz.
