Habitantes de la comunidad Los Rastrojos en Tucupita en Delta Amacuro denunciaron que la crecida del río Orinoco sigue causando estragos en materia de salud y educación.
Aunque vienen reportando la situación desde hace tiempo, siguen sin recibir respuestas. Hace algunos años PDVSA construyó para la comunidad una escuela de palafitos, sin embargo, la reciente crecida del río Orinoco habría arrasado con los “pocos pupitres” y pizarras que tenía la institución educativa.
“No hay pupitres, la creciente se los llevó. Ahorita los niños y los maestros están viendo clases en el suelo”, afirmó Carmen Figuera, vecina de la zona.
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Asimismo, destacó que otro de los graves problemas de la comunidad radica en el sector salud. El ambulatorio permanece «abandonado».
“El dispensario nunca ha funcionado por falta de médico, enfermera, y la comunidad es grande y hay mucha necesidad”, dijo la mujer, según los testimonios recogidos por Radio Fe y Alegría.
Muchos de los habitantes de Los Rastrojos se ven obligados a trasladarse a Barrancas del Orinoco, en el estado Monagas, o a Tucupita, capital de Delta Amacuro, para recibir atención médica o adquirir medicamentos, en trayectos que duran de una a dos horas en embarcaciones rápidas.