Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, dijo este lunes que no hay un «desbordamiento del flujo migratorio» en ese país, mientras que Estados Unidos aumenta las medidas para disminuir el ingreso de migrantes irregulares.
La Casa Blanca restringió las solicitudes de asilo y busca agilizar las deportaciones de migrantes ilegales. Sin embargo, López Obrador sostuvo que esas medidas son de Estados Unidos y que en México la situación sigue bajo control.
«Ellos (Estados Unidos) están tomando decisiones, como esta última relacionada con el asilo, pero no ha habido en cinco meses un desbordamiento de flujo migratorio», explicó López en una rueda de prensa.
El mandatario dijo que en diciembre hubo una situación «delicada» a nivel migratoria. Ante los cuestionamientos sobre las políticas en este campo, afirmó que durante este año no ha habido mayores «flujos».
LÓPEZ LLAMA A NEGOCIAR
Para el presidente mexicano, esta situación se debe, en parte, a la ruptura de relaciones con Cuba y Venezuela, lo que impide negociaciones. Además, no hay conversaciones con Haití, Nicaragua y Guatemala, de donde también provienen muchos migrantes.
«Hay muy buenas posibilidades de llegar a un acuerdo para el desarrollo de Guatemala, lo estamos impulsando, pero se tardan mucho en actuar y cuesta trabajo que se entienda que se internalice», apuntó López.
También acusó que Estados Unidos no ha buscado atender las causas que generan la migración hacia la frontera sur. «Todos los planes tuvieron que ver con lo militar, como el Plan Mérida, el Plan Colombia», afirmó.
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López concluyó que Estados Unidos ha planteado «amenazas con mano dura, militarización de fronteras y leyes más severas». Sin embargo, consideró que «se les complica atender las causas» porque «no quieren».
Millones de migrantes han cruzado México en los últimos años para llegar a la frontera sur de Estados Unidos. En el pasado eran en su mayoría centroamericanos, pero ahora se sumaron venezolanos, cubanos y haitianos.