Por medio de un fallo que ha generado un intenso debate sobre las políticas migratorias en EEUU, el juez federal Alvin Hellerstein extendió el bloqueo a la expulsión de migrantes venezolanos detenidos en Nueva York.
La medida impide que el gobierno del presidente de EEUU, Donald Trump, utilice temporalmente la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para deportar a estos migrantes sin permitirles defender sus casos en corte.
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Esta decisión, se suma a otras acciones judiciales, que han cuestionado el uso de leyes antiguas para justificar deportaciones aceleradas.
El gobierno de Trump argumentó que los migrantes venezolanos detenidos en Nueva York están vinculados a la banda criminal Tren de Aragua. Enfatizaron que esto justificaría su expulsión inmediata bajo la mencionada ley.
Sin embargo, el juez Hellerstein enfatizó que la legislación estadounidense exige que cualquier persona sujeta a deportación tenga la oportunidad de presentar su defensa antes de ser expulsada.
«La ley es clara: si se va a expulsar a una persona, se le da la oportunidad de defenderse», dijo Hellerstein en la audiencia, según información citada por la televisora ABC.
Además, criticó la práctica de considerar a alguien culpable de pertenecer a una pandilla únicamente por tener tatuajes. Señaló que esto viola principios fundamentales de justicia.
La decisión del juez neoyorquino se suma a la de una magistrada en Colorado. Esta última también bloqueó la deportación de aproximadamente 100 migrantes venezolanos detenidos en ese estado.
Estas acciones judiciales han generado una fuerte reacción por parte del gobierno de Trump. El mandatario ha expresado su frustración ante los obstáculos legales que impiden la expulsión de individuos que considera peligrosos para la seguridad nacional.
Trump ha insistido en que su administración debe tener la capacidad de deportar a «criminales» sin restricciones legales excesivas.
En tanto, el fallo ha sido celebrado por organizaciones de derechos humanos. Las mismas han advertido sobre los riesgos de utilizar leyes antiguas para justificar deportaciones sin el debido proceso.
Diferentes expertos legales han señalado que la Ley de Enemigos Extranjeros, aprobada en el siglo XVIII, fue diseñada para tiempos de guerra. Recordaron que no se sancionó para abordar cuestiones migratorias modernas.