La ciudad de Los Ángeles (EEUU) se encuentra en medio de una intensa ola de calor, que ha llevado las temperaturas a niveles históricos.
Con registros que alcanzan los 43 grados centígrados, los habitantes de la ciudad de Los Ángeles enfrentan condiciones climáticas extremas que ponen a prueba la infraestructura y la salud pública.
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Esta ola de calor, una de las más intensas de los últimos años, ha superado todas las previsiones meteorológicas.
Expertos advirtieron, que el cambio climático, está exacerbando estos fenómenos meteorológicos extremos, haciendo que las olas de calor sean más frecuentes y severas.
Las altas temperaturas han obligado a las autoridades a emitir alertas y recomendaciones a la población. De hecho, instaron a tomar precauciones para evitar enfermedades relacionadas con el calor, como la deshidratación y los golpes de calor.
Además, se han habilitado centros de enfriamiento para que las personas puedan refugiarse de las altas temperaturas.
El sector energético también se ha visto afectado por esta ola de calor, ya que el aumento en el consumo de electricidad para la refrigeración ha puesto a prueba la red eléctrica.
Las autoridades han pedido a la población que reduzca el consumo de energía en la medida de lo posible para evitar cortes en el suministro eléctrico. Algo que, en este momento, es bastante difícil de acatar.
Los efectos de esta ola de calor se extienden más allá de la incomodidad. El sector agrícola ha sufrido pérdidas significativas debido a las altas temperaturas, y se teme que los incendios forestales aumenten debido a las condiciones secas.
CENTRO COMUNITARIO DE VAN NUYS
«La mayoría de las personas de esta comunidad no tiene aire acondicionado y son de bajos recursos», advirtió Rutis Escárcega, representante del Centro Comunitario Van Nuys.
Precisó, que este centro, también se le proporciona comida y agua a quienes llegan sofocados por las altas temperaturas.