El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos (HUD, por sus siglas en inglés) anunció un cambio significativo en las reglas de elegibilidad para los préstamos hipotecarios asegurados por la Administración Federal de Vivienda (FHA, en inglés).
De acuerdo con la información, a partir del 25 de mayo de este año, solo los ciudadanos estadounidenses y los residentes permanentes legales podrán acceder a estos préstamos.
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En este sentido, se deja fuera de los préstamos a miles de migrantes con estatus migratorio temporal, como titulares de visas de trabajo, estudiantes internacionales y beneficiarios del programa DACA.
Esta medida, formalizada mediante un memorando oficial, busca alinear los programas de vivienda con las prioridades del gobierno federal, asegurando que los recursos públicos beneficien exclusivamente a quienes tienen un estatus legal permanente en el país.
Según el HUD, esta decisión también refuerza los mecanismos de verificación del estatus migratorio, exigiendo documentación oficial emitida por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, en inglés) como requisito obligatorio para la aprobación de los préstamos.
Según analistas, el impacto de esta decisión será profundo, especialmente para los migrantes que anteriormente podían acceder a estos préstamos bajo ciertas condiciones.
Los préstamos FHA han sido una herramienta clave para facilitar el acceso a la vivienda, ofreciendo beneficios como pagos iniciales bajos y criterios de aprobación más flexibles.
Sin embargo, con esta nueva normativa, miles de personas quedarán excluidas, lo que podría cambiar drásticamente la dinámica del mercado inmobiliario para los migrantes en EEUU.
Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han expresado su preocupación por las implicaciones de esta medida, argumentando que limita las oportunidades de integración económica y social para una población ya vulnerable.
