El presidente de EEUU, Donald Trump, firmó acuerdos millonarios para reabrir cárceles destinadas a albergar migrantes arrestados, en un esfuerzo por ampliar la capacidad de detención en medio de su política de deportaciones masivas.
De acuerdo con la cadena Telemundo, la medida con estas cárceles ha generado controversia, ya que los contratos fueron otorgados sin licitación pública, beneficiando a empresas privadas como CoreCivic Corp. y The Geo Group Inc.
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La administración justificó la urgencia de estos acuerdos como una necesidad apremiante para aumentar el número de camas disponibles en los centros de detención.
Uno de los casos más emblemáticos es la prisión de Leavenworth, en Kansas. La misma, anteriormente albergó a criminales notorios y ahora podría convertirse en un centro de detención para migrantes.
La ciudad de Leavenworth ha presentado una demanda contra CoreCivic, argumentando que la reapertura del centro sin la aprobación de las autoridades locales es ilegal.
Además, un juez federal ha descrito las condiciones de la prisión como un «infierno», lo que ha intensificado la oposición a la medida.
La estrategia de Trump para ampliar la capacidad de detención ha incluido la modificación de contratos existentes. También el supuesto uso de acuerdos sin licitación, lo que ha generado críticas por la falta de transparencia en el proceso.
Empresas privadas han visto un aumento significativo en sus ganancias debido a estos contratos, con CoreCivic reportando una demanda sin precedentes por sus servicios.
“Nunca en nuestros 42 años de historia de la empresa hemos tenido tanta actividad y demanda de nuestros servicios como estamos viendo ahora”, dijo el director general de CoreCivic, Damon Hininger, durante una presentación el mes pasado con los accionistas de la empresa.
La administración también ha destinado 45.000 millones de dólares que cubrirán los próximos cuatro años. Esto, para la detención de migrantes, la cifra triplica el gasto en este sector.
A pesar de la resistencia legal y política, la administración Trump sigue adelante con sus planes de expansión de centros de detención. La ciudad de Leavenworth, que históricamente ha dependido de las prisiones como parte de su economía, enfrenta ahora un dilema entre los beneficios económicos y las preocupaciones sobre el trato a los migrantes.
La reapertura de estos centros podría afectar a miles de personas, aumentando la tensión en el debate sobre la inmigración en Estados Unidos.
