Reducción de las condenas de los hermanos Erik y Lyle Menéndez quedó en el limbo, tras suspensión de su audiencia prevista para diciembre.
De acuerdo con lo reseñado por NBC News, esa incertidumbre permanecerá, por ahora, después de que un juez dictaminara este lunes, 25 de noviembre, que una audiencia de nueva sentencia del 11 de diciembre debía retrasarse. Esto, en parte, para darle tiempo al nuevo fiscal de distrito del condado para revisar el caso.
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En concreto, el juez del Tribunal Superior del condado de Los Ángeles, Michael Jesic, quien también dijo que necesitaba más tiempo para revisar la recomendación, reprogramó la audiencia para el 30 y 31 de enero del próximo año.
Los hermanos tenían previsto comparecer virtualmente en la audiencia. Sin embargo, se presentaron problemas técnicos con la transmisión desde la prisión de San Diego donde están encarcelados los hermanos.
Dos de sus tías testificaron durante la conferencia de seguimiento de este lunes. Hicieron lo que un abogado de los hermanos describió durante una breve conferencia de prensa como «súplicas apasionadas» para que Erik y Lyle fueran enviados a casa.
Vale recordar, que los hermanos cumplieron 35 años de prisión por el asesinato a tiros de sus padres, José y Kitty Menéndez, en la casa de la familia en Beverly Hills el 20 de agosto de 1989.
El mes pasado, el fiscal de distrito saliente del condado de Los Ángeles, George Gascón, dijo que apoyaba la reducción de sus sentencias a entre 50 años y cadena perpetua. Se trata de una recomendación que los haría elegibles para la libertad condicional de inmediato. Pero un juez es el encargado de rechazar o adoptar tal decisión.