En un caso que sorprendió a la comunidad de Long Island (EEUU), a Gladys Serrano, una mujer hispana de 70 años, la acusaron de practicar odontología sin licencia desde la cocina de su apartamento en Hempstead.
Efectivamente, las autoridades descubrieron que Serrano operaba una clínica dental improvisada en la cocina de su hogar, donde realizaba procedimientos dentales sin la debida autorización.
LEA TAMBIÉN: HABLÓ LA FAMILIA DEL VENEZOLANO DETENIDO CERCA DE LA RESIDENCIA DE TRUMP
Durante un allanamiento, se encontraron instrumentos dentales usados, medicamentos vencidos y otros materiales que representaban graves riesgos para la salud de sus pacientes.
Serrano se declaró no culpable de ejercicio no autorizado de una profesión, un delito grave que podría llevarla a enfrentar hasta cuatro años de prisión.
UNO DE LOS PACIENTES HABLÓ
Según los informes, una de las víctimas acudió a su consultorio para la extracción de un diente. Sin embargo, Serrano terminó extrayéndole cinco dientes y cobrándole 2.000 dólares por el procedimiento.
La víctima relató que Serrano le dio toallas de papel para contener el sangrado y le indicó que se enjuagara con agua salada.
El fiscal del distrito del condado de Nassau, Anne Donnelly, destacó los riesgos para la salud asociados con las actividades de Serrano, señalando que el uso de herramientas dentales sin la debida esterilización podría causar infecciones graves.
A pesar de las acusaciones, algunos vecinos han salido en defensa de Serrano, afirmando que ella tenía formación dental en El Salvador y que muchos latinos recurrían a sus servicios debido a la falta de acceso a atención médica asequible.
Lo que se sabe, es que fue puesta en libertad y se le ordenó que entregara su pasaporte, solicitándole que no abandonara el estado. Resultó liberada de la custodia policial y le fue colocado un dispositivo de monitoreo electrónico.