Escándalo sexual sacude a una de las iglesias más grandes de EEUU, hubo éxodo masivo de fieles

Luis Alfredo Ledezma
Por Luis Alfredo Ledezma 2 Min de Lectura
2 Min de Lectura
La comunidad de la megaiglesia Gateway Church, una de las congregaciones más grandes de Estados Unidos, se encuentra en crisis tras la renuncia de su pastor fundador, Robert Morris, debido a un escándalo de abuso sexual.  
Archivo

La comunidad de la megaiglesia Gateway Church, una de las congregaciones más grandes de Estados Unidos, se encuentra en crisis tras la renuncia de su pastor fundador, Robert Morris, debido a un escándalo de abuso sexual.  

De acuerdo con lo reseñado por medios locales, las acusaciones, que salieron a la luz en junio, provocó un éxodo masivo de fieles y una disminución significativa en la asistencia a los servicios de fin de semana de la megaiglesia. 

LEA TAMBIÉN: LA SINIESTRA HISTORIA DETRÁS DE UNA IGLESIA QUE SERÁ DEMOLIDA EN EEUU

El escándalo comenzó cuando Cindy Clemishire, una sobreviviente de abuso, compartió su historia en un blog dedicado a historias de sobrevivientes cristianos.  

Clemishire acusó a Morris de haber abusado de ella cuando tenía 12 años, durante la década de 1980.  

Morris, quien fundó y dirigió Gateway Church durante casi 25 años en el afluente suburbio de Southlake, Texas, en Dallas-Fort Worth, admitió públicamente su comportamiento inapropiado.  

En consecuencia, renunció a su posición en la iglesia, lo que desencadenó una serie de cambios y retiros dentro de la congregación.  

Desde la salida de Morris, Gateway Church ha experimentado una rotación significativa de personal y una disminución en la asistencia de entre el 17 % y el 19 %. 

La iglesia, que solía atraer a unas 100.000 personas a sus servicios de fin de semana, ahora enfrenta la difícil tarea de reconstruir la confianza y estabilidad entre sus miembros.  

En medio del escándalo, los servicios se convirtieron en momentos de reflexión y disculpas, con pastores interinos o invitados que abordan el dolor y la esperanza en tiempos difíciles. 

Asimismo, la iglesia canceló su conferencia anual y cambió el nombre de su campus en Houston en un intento por manejar la crisis y avanzar.

Compartir este artículo