El mundo se despide de Hurricane, el perro del Servicio Secreto estadounidense que protegió al expresidente de EEUU Barack Obama en 2014.
De acuerdo con medios locales, Hurricane, un pastor belga malinois de color negro, falleció el pasado 12 de febrero a los 15 años en Alexandria, Virginia.
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Este valiente canino se ganó un lugar especial en la historia de Estados Unidos por su heroísmo y dedicación.
Hurricane saltó a la fama el 22 de octubre de 2014, cuando un intruso logró escalar la reja de la Casa Blanca y se acercó peligrosamente a menos de 90 metros de Obama y su familia.
En ese momento crítico, Hurricane intervino enfrentándose al intruso, lo que permitió que los agentes del Servicio Secreto pudieran capturarlo. Este acto heroico le costó al perro lesiones graves, lo que llevó a su retiro en 2016.
De hecho, tras el suceso, su entrenador aseguró que Hurricane «nunca saltaría igual».
A lo largo de su carrera, Hurricane recibió múltiples honores, incluyendo el Premio al Mérito del Servicio Secreto de los Estados Unidos y el Premio al Valor del Departamento de Seguridad Nacional.
Además, fue el primer perro en recibir la Medalla de Servicio Distinguido, lo que le valió un lugar en el Libro Guinness de los Récords Mundiales. Su legado como el perro más condecorado de la historia de Estados Unidos perdurará por mucho tiempo.
Tras su retiro, Hurricane continuó siendo un símbolo de sacrificio y valentía. Su salud fue cuidada por el Centro Médico Animal de Nueva York, que cubrió los gastos médicos post-carrera.
Además, fue homenajeado por Southwest Airlines, que reconoció su noble labor y se encargó de trasladarlo a su hogar en Washington D.C.
Hurricane también formó parte de la organización benéfica de su entrenador, Marshall Mirarchi, donde ayudaba a otros perros retirados.
