La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos divulgó este lunes un informe en el que acusó a los gobiernos de Miguel Díaz-Canel en Cuba y Nicolás Maduro en Venezuela por provocar las crisis económicas en sus respectivos países.
«Las crisis económicas de Cuba y Venezuela no fueron importadas. Fueron construidas, piedra a piedra, por regímenes que siguen eligiendo el control absoluto y el enriquecimiento personal por encima de la libertad», apuntó.
EEUU destacó que los estudiantes venezolanos «se sientan en escuelas en ruinas mientras la dictadura ilegítima gasta millones en propaganda y programas informáticos espías. No se trata de fracasos aislados, sino de síntomas de un plan más amplio. Las crisis económicas de Cuba y Venezuela no son importadas, sino autóctonas».
«Ambos regímenes incompetentes llevan mucho tiempo culpando a fuerzas extranjeras y a la presión externa de sus dificultades. Pero la verdad es más sencilla y más condenatoria. Décadas de corrupción, mala gestión económica y enriquecimiento de las élites han vaciado economías que antes funcionaban y han dejado que la gente común pague el precio», sostuvo en un informe.
Con respecto a Venezuela, EEUU acotó que se trata de un «modelo fallido» que «se sostiene gracias a los servicios de seguridad cubanos que vigilan e intimidan a las fuerzas armadas venezolanas».
«Bloomberg News informa que, en 2024, el régimen de Maduro gastó más de 2.000 millones de dólares en pocos meses, la tasa de gasto más alta del año, justo cuando se celebraban las elecciones presidenciales. A pesar de que ese mismo mes se recaudaron 1.700 millones de dólares en impuestos, el salario mínimo se mantuvo por debajo de los 2 dólares al mes, menos que el precio de un kilo de queso», continuó el texto.
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«Las noticias de finales de 2023 señalan que el régimen afirmó que duplicaría su presupuesto nacional para 2024 a más de 20.500 millones de dólares, aparentemente para impulsar el crecimiento económico. Sin embargo, según el sitio web de noticias teleSUR, solo se destinaron 180 millones de dólares, menos del 1 %, al sector de salud. Y mientras que la inteligencia militar recibió casi 1.000 millones de dólares para tecnología de contrainteligencia destinada a la represión interna (incluida la de los oficiales militares), solo se reservaron 18 millones de dólares para alimentar a más de 5 millones de escolares. Eso supone 3,49 dólares por alumno al año», continuó.
En este sentido, el gobierno estadounidense consideró que Maduro tiene sus «prioridades distorsionadas». «Un acuerdo ferroviario de 7.500 millones de dólares firmado con China en 2009 no ha resultado más que en obras abandonadas, pero la deuda sigue pagándose con petróleo a precio reducido. En Venezuela, los apagones dejan regularmente en la oscuridad a grandes zonas del país».
«El sitio web El Impulso informa que un apagón en 2024 afectó a 16 estados, seguido de otro pocos días después que dejó a 20 estados sin electricidad durante más de 12 horas. La culpa es de años de negligencia, robo y corrupción», asentó.
¿MODELO DE CORRUPCIÓN?
La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado consideró que esto no son errores de las políticas. «Son características de sistemas económicos creados para preservar el poder autoritario».
«En Venezuela, el enorme gasto público sostiene unas elecciones fraudulentas y la propaganda, mientras que los hospitales y las escuelas se deterioran. Se acumulan deudas masivas que se pagan con petróleo a precio reducido, privando a las generaciones futuras de su prosperidad», advirtió.
«Los pueblos cubano y venezolano son ingeniosos y resilientes, pero ni todo el ingenio del mundo puede superar sistemas que priorizan la propaganda, el poder y el beneficio personal de líderes políticos corruptos y élites por encima del bienestar del pueblo», lamentó.
¿Y AHORA QUÉ?
La oficina perteneciente al gobierno de los Estados Unidos indicó que la comunidad internacional debe seguir denunciando «la falta de libertad, la corrupción, el nepotismo y la mala gestión económica de estos regímenes, así como amplificar las voces del pueblo cubano y venezolano que reclaman acceso a la atención sanitaria, la electricidad, el combustible, los artículos de higiene básica, los medicamentos y los alimentos que faltan en los estantes».
«La comunidad internacional debe amplificar las voces de los pueblos cubano y venezolano que reclaman la posibilidad de relacionarse económicamente con el mundo exterior, libres de los controles represivos de los regímenes corruptos», prosiguió.
Además, afirmó que el cambio real comienza con la transparencia, la rendición de cuentas y un modelo económico que se centre en los ciudadanos, y no en los funcionarios del gobierno.