El programa de parole humanitario, que ha permitido la entrada de miles de migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela a EEUU, parece estar en una situación crítica.
Desde su suspensión temporal en agosto debido a casos de fraude, el programa no ha recuperado su ritmo habitual.
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Según datos recientes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), solo 50 personas ingresaron al país a través del programa en noviembre, y ninguna de ellas era de origen cubano.
La situación actual del parole humanitario ha generado preocupación entre los solicitantes y expertos en migración.
Antes de la suspensión, el programa aprobaba entre 200 y 300 solicitudes diarias, pero ahora las negaciones superan las aprobaciones, con entre 80 y 90 denegaciones al día.
Además, muchos casos previamente aprobados han sido revocados, dejando a muchas familias en una incertidumbre prolongada.
LA PROMESA DE TRUMP
La administración de Donald Trump ha prometido eliminar el programa una vez asuma el cargo, lo que ha aumentado la ansiedad entre los solicitantes.
La abogada de inmigración Rosaly Chaviano advirtió, según Telemundo que, aunque una suspensión del programa no implicaría automáticamente la revocación de los paroles ya concedidos, el presidente podría firmar una orden para quitarles su validez.
Esto ha llevado a muchos a considerar alternativas como el asilo o la visa de empleo antes de que el programa sea potencialmente eliminado.
Lo cierto es que el futuro del parole humanitario está en duda, y los solicitantes deben estar preparados para enfrentar un proceso judicial complejo y prolongado.
