La secretaria de Seguridad Nacional de EEUU, Kristi Noem, reveló este martes, 1 de julio, un incidente que ha estremecido al país: un migrante, esposado durante un vuelo de deportación, habría intentado «comerse a sí mismo».
El hecho con este migrante fue narrado durante una visita al recién inaugurado centro de detención “Alligator Alcatraz”, situado en los Everglades de Florida, y desató una ola de reacciones tanto por su crudeza como por el contexto político en el que fue expuesto.
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Según Noem, al individuo lo indentificaron como un presunto caníbal, según los alguaciles que lo custodiaban.
Durante el vuelo, comenzó a morderse partes del cuerpo, lo que obligó a la tripulación a interrumpir el traslado y brindarle atención médica inmediata.
La funcionaria utilizó el caso como ejemplo extremo para criticar las políticas migratorias de la administración anterior, acusando al expresidente de EEUU Joe Biden de permitir el ingreso de “los peores criminales” al país.
“Ellos dijeron que habían detenido a un caníbal y lo pusieron en un avión para enviarlo a casa y, mientras estaba en su asiento, empezó a comerse a sí mismo y, por esa razón, debieron bajarlo y brindarle atención médica”, comentó la funcionaria.
«ALLIGATOR ALCATRAZ»
El escenario donde se dio a conocer esta historia no fue casual. “Alligator Alcatraz”, el centro de detención donde Noem y Trump ofrecieron la conferencia de prensa, ha sido objeto de controversia. Específicamente por su ubicación en una zona pantanosa. Pero, sobre todo, porque está rodeada de caimanes y serpientes.
Construido en apenas ocho días, el complejo lo diseñaron para dificultar fugas y maximizar la seguridad. Su inversión está estimada de 450 millones de dólares.
Durante la visita, Noem afirmó que el centro tendrá un rol clave en la deportación de migrantes. En concreto, aquellos que se niegan a acatar las órdenes de salida voluntaria. Igualmente, para quienes que, estando en el país sin estatus legal, son arrestados por infringir leyes federales o estatales.
