Una privada de libertad se ha vuelto tendencia en Florida luego de haber dado a luz sin tener contacto sexual con ningún hombre.
La feliz madre lleva por nombre Daisy Link y solo a través de pruebas de ADN la policía descubrió que el padre es Joan Depaz, otro privado de libertad al que ni siquiera conoce en persona. Ambos se encuentran en prisión por asesinato y ahora comparten una hija en común.
Su conexión, que comenzó a través de los ductos de ventilación de sus celdas en el Turner Guilford Knight Correctional Center, en Miami-Dade, desafió las estrictas condiciones de aislamiento.
El aislamiento prolongado llevó a Link y Depaz a desarrollar un vínculo emocional a través de largas conversaciones utilizando los conductos de aire de sus celdas. Estas charlas, inicialmente casuales, se transformaron en confesiones personales y eventualmente en una relación romántica.
«Si tuviera que elegir a alguien para tener un hijo, serías tú», le confesó Depaz a Link, según una entrevista conjunta concedida al medio WSVN. La declaración marcó el inicio de un plan extraordinario que ambos idearon para superar las barreras físicas y lograr concebir una vida juntos.
Consciente de que su futuro fuera de la prisión era incierto, Depaz expresó su deseo de convertirse en padre. A partir de ese momento, ambos diseñaron un ingenioso, aunque arriesgado, método para concebir. Depaz utilizó envolturas plásticas y una cuerda improvisada hecha con ropa de cama para enviar semen a través de los conductos de ventilación hacia la celda de Link.
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Ella, por su parte, utilizó un aplicador médico para inseminarse. Este proceso, repetido varias veces al día durante un mes, resultó exitoso, desafiando las mínimas probabilidades de éxito que, según el doctor Fernando Akerman, director médico del Centro de Fertilidad de Miami, eran casi inexistentes en condiciones tan precarias.
«Es una bebé milagro», declaró Link, al recordar el momento en que descubrió que estaba embarazada.
Luego de nueve meses nació la niña en perfecto estado de salud, un acontecimiento que su padre comparó con el milagro de la Virgen María, debido a la ausencia de contacto físico directo entre los progenitores. Actualmente, la niña vive con la madre de Depaz, quien asumió su custodia debido a la situación de encarcelamiento de ambos padres.
A pesar de la distancia y las restricciones, les permiten a ambos padres realizar videollamadas ocasionales con su hija. “Ella puede llegar a ser cualquier cosa”, expresó Link con esperanza, afirmando que el nacimiento de su hija tiene un propósito más grande, reseñó Blu Radio.
El nacimiento de la niña no pasó desapercibido para las autoridades penitenciarias, quienes decidieron trasladar a Depaz al Metrowest Detention Center mientras Link permanece en el Turner Guilford Knight Correctional Center. Sin embargo, esta separación no ha impedido que sigan en contacto a través de llamadas telefónicas autorizadas.