El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, se reunió con el primer ministro de Trinidad y Tobago, Stuart Young, para abordar temas de seguridad regional, incluyendo la amenaza que representa la banda transnacional conocida como el Tren de Aragua.
Como se sabe, este grupo criminal, originario de Venezuela, expandió sus operaciones a varios países de América Latina y el Caribe, generando preocupación por su impacto en la seguridad y el orden público.
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Durante la reunión, que tuvo lugar en Jamaica como parte de una gira por el Caribe, Rubio expresó su agradecimiento a Young por la cooperación de Trinidad y Tobago en temas de seguridad energética. También por la gestión de deportaciones de migrantes indocumentados.
Además, Rubio destacó la importancia de limitar la «influencia maligna» en la región, haciendo referencia a las actividades del Tren de Aragua y su posible conexión con Nicolás Maduro, aunque las agencias de inteligencia estadounidenses aún están divididas sobre estos vínculos.
El gobierno de Trinidad y Tobago, por su parte, reafirmó su compromiso con la seguridad regional y destacó la importancia de mantener relaciones sólidas con EEUU.
Ambos países discutieron también temas relacionados con el comercio y la energía, subrayando la necesidad de una colaboración más profunda para enfrentar desafíos comunes.
En concreto, las conversaciones fueron descritas como productivas y orientadas a fortalecer los lazos bilaterales.
Este diálogo ocurre en un contexto de creciente preocupación por la migración en la región, especialmente la de ciudadanos venezolanos que huyen de la crisis en su país.
Las deportaciones de migrantes indocumentados han sido un tema sensible, y organizaciones de derechos humanos han pedido que se respeten los derechos de los extranjeros mientras se implementan políticas de control fronterizo más estrictas.
