El caso de Laura Sardinha, una joven de 25 años asesinada por su exnovio en California (EEUU), ha conmocionado a todo el país y puesto en evidencia lo abrumador que es la violencia de género por medio de un audio.
De acuerdo con lo reseñado por Los Angeles Times, antes de ser atacada, Laura dejó un desgarrador audio en el que gritaba: “¡Me va a matar!”.
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“Oh Dios mío, está aquí”, agregó. Posteriormente, la llamada fue cortada por su amiga para marcar al 911.
Minutos después, Sardinha devolvió la llamada y dejó un mensaje de voz de 37 segundos, en el que se la escucha gritar las frases “¡Me va a matar!” y “¡Aléjate de mí!”.
Este audio, que capturó sus últimos momentos de vida, se ha convertido en una pieza clave en el juicio contra Craig J. Charron, el agresor.
El crimen ocurrió en septiembre de 2020 en Huntington Beach, cuando Charron irrumpió en el apartamento de Laura, a pesar de que ella había cambiado las cerraduras esa misma mañana.
Durante el ataque, Laura estaba en una llamada telefónica con su madre y una amiga, quienes intentaron alertar a las autoridades.
Sin embargo, el agresor la apuñaló repetidamente, dejando heridas fatales. La policía encontró a Charron en la escena, con lesiones autoinfligidas que intentaban simular defensa propia.
El juicio reveló un patrón de abuso y manipulación por parte de Charron, quien había mostrado comportamientos violentos en relaciones anteriores.
De hecho, testimonios de exnovias y grabaciones de Laura documentaron episodios de agresión física y psicológica.
La fiscalía presentó el audio del crimen como prueba contundente, describiéndolo como una “narración en tiempo real de un asesinato”.
TRATÓ DE CAMBIAR LA HISTORIA
El imputado, un exmilitar de la Fuerza Aérea con una estatura de 1.80 metros y un peso de 99 kilos, afirmó que actuó en defensa propia luego de que la víctima supuestamente lo agrediera con un cuchillo. Aseguró además que la puerta de la vivienda estaba abierta y que no necesitó forzar su entrada.
Sin embargo, la fiscal rechazó por completo esa versión de los hechos y sostuvo la culpabilidad del acusado: “Él fue el agresor, el 100% del tiempo”, dijo.
