El tirador que atentó contra la vida del expresidente de los Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, resultó abatido por miembros del Servicio Secreto, quienes están a cargo de la seguridad del abanderado republicano para las próximas elecciones presidenciales en el país norteamericano.
Dos funcionarios, que hablaron con la agencia AP bajo condición de anonimato, fueron los que anunciaron la muerte del agresor a manos de los mencionados agentes.
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Por su parte, el fiscal de distrito del condado de Butler, Richard Goldinger, confirmó en una entrevista telefónica que el presunto pistolero estaba muerto.
De igual manera, se pudo conocer que el agresor no estaba entre los asistentes al mitin, sino en el techo de una estructura colocada a unos 125 metros de distancia de la tarima donde hablaba Trump.
TIRADOR SUPUESTAMENTE IDENTIFICADO
Aunque aún no existe información oficial sobre la identidad del tirador, varias cuentas de redes sociales vinculadas a la derecha estadounidense aseguran que se trató de un hombre llamado Mark Violets.
El agresor estaría vinculado a Antifa, una organización de izquierda que se opone a las políticas de Trump.
No obstante, esto no ha sido confirmado por las autoridades, quienes deben dar detalles sobre la identidad del agresor en las próximas horas.
TRUMP SE ENCUENTRA «BIEN», SEGÚN SU EQUIPO
La campaña de Trump dijo en un comunicado que el expresidente se encontraba “bien” tras el tiroteo en Butler, Pensilvania.
«El presidente Trump agradece a las fuerzas del orden y a los socorristas por su rápida acción durante este acto atroz», dijo el portavoz Steven Cheung en un comunicado.
“Está bien y está siendo examinado en un centro médico local. Más detalles seguirán”, agregó el vocero.
Por su parte, el Servicio Secreto emitió un comunicado en el que confirmó que “el expresidente está a salvo”.
MOMENTOS DE TENSIÓN EN BUTLER
El hecho ocurrió cuando Trump estaba mostrando un gráfico de los números de cruces fronterizos cuando comenzaron los aparentes disparos.
Mientras el expresidente hablaba, se escuchó un estallido. Trump dijo: «Oh», y se llevó la mano derecha a la oreja derecha mientras la gente en las gradas detrás de él parecía sorprendida.
Se escucharon rápidamente dos estallidos más y se agachó. En ese momento los agentes del Servicio Secreto se amontonaron encima de él para protegerlo con sus cuerpos; mientras que otros agentes tomaban posiciones en el escenario para buscar y controlar la amenaza.