Colin Gray, de 54 años, padre del joven perpetrador del tiroteo en la escuela Apalachee, fue detenido por la Oficina de Investigación de Georgia (OIG) por permitir conscientemente que su hijo, Colt Gray, de 14 años, tuviera acceso a un arma de fuego.
Esta detención se produce tras el trágico tiroteo, que dejó cuatro muertos y al menos nueve heridos.
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Según las autoridades, Colin Gray enfrenta múltiples cargos, incluidos cuatro de homicidio involuntario, dos de asesinato en segundo grado y ocho de crueldad hacia menores.
El director de la OIG, Chris Hosey, explicó en una rueda de prensa que el padre permitió que su hijo tuviera el arma utilizada en el tiroteo. Se trata de un rifle semiautomático que había sido un regalo de Navidad.
El tiroteo, que se registró este miércoles 4 de septiembre, conmocionó a la comunidad local y reavivó el debate sobre el control de armas y la responsabilidad parental en Estados Unidos.
Colt Gray, quien confesó ser el autor del tiroteo, disparó y mató a dos estudiantes y dos profesores, además de herir a otros nueve.
Las víctimas incluyen a Christian Angulo y Mason Schermerhorn, ambos de 14 años, y a los profesores Christina Irimie y Richard Aspinwall.
La detención de Colin Gray subraya la creciente tendencia de las autoridades estadounidenses a responsabilizar a los padres por los actos violentos cometidos por sus hijos menores.
Este caso sigue el precedente de las sentencias pioneras contra los padres de un chico de Míchigan que mató a cuatro compañeros en 2021. Las autoridades han dejado claro que no tolerarán la negligencia que pone en peligro la vida de otros.
Mientras tanto, la comunidad de Winder sigue lidiando con las secuelas del tiroteo. Las escuelas locales han implementado medidas de seguridad adicionales y se han organizado vigilias en honor a las víctimas.
La próxima audiencia judicial de Colin Gray está programada para la semana que viene. Se espera que se enfrente a una posible condena de hasta 180 años de prisión si es declarado culpable de todos los cargos.
