Escándalo en EEUU: Extraen los órganos sin consentimiento a presos muertos en prisión de Alabama

Luis Alfredo Ledezma
Por Luis Alfredo Ledezma 5 Min de Lectura
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Ya son varias las denuncias sobre la extracción de órganos, sin consentimiento de los familiares, de presos muertos en EEUU. Es el caso, por ejemplo, del recluso Jim Kennedy Jr., quien murió el año pasado en el centro penitenciario de Limestone en Harvest en Alabama.  

De acuerdo con un amplio reportaje de CNN, su cuñada se enteró tras recibir una llamada inusual de la funeraria que preparaba el cuerpo para el entierro. 

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«¿Se habían dado cuenta de que regresó sin sus órganos?», recordó Sara Kennedy que le dijeron. «El hígado, el corazón. Todos sus órganos principales desaparecieron». «No tenía nada», dijo el hermano de Kennedy, Marvin. 

La misma situación se registró, pero con Arthur Stapler, quien tenía 85 años cuando murió cinco meses después que Kennedy Jr. en el Centro Médico Bautista Brookwood de Birmingham.  

Lo que se sabe, es que había estado alojado en el Centro Hamilton para Ancianos y Enfermos, que también gestiona el Departamento Correccional de Alabama. 

«Es como una película de terror de la que no puedo despertar», dijo Billy, el hijo de Stapler. El pariente señaló, que se enteró de la falta de órganos, tras contratar a un patólogo privado para que realizara una autopsia al cadáver. 

¿POR QUÉ SUCEDE?  

El Departamento Correccional de Alabama es el mayor organismo policial del estado, con 28 centros y casi 2.000 funcionarios. 

La Facultad de Medicina Heersink de la Universidad de Alabama en Birmingham (UAB) se autoproclama como uno de los centros médicos académicos más importantes del país en investigación, educación y atención clínica.  

De hecho, alberga uno de los mayores hospitales académicos de Estados Unidos. 

En virtud de un acuerdo entre las dos instituciones estatales con misiones divergentes, la UAB dijo que realiza autopsias para el departamento de correccionales. Este último, sería «responsable de obtener las autorizaciones adecuadas del representante legal apropiado del fallecido». 

«Los formularios de autorización no solo dan permiso para la autopsia, sino que también incluyen específicamente el consentimiento para la extracción de órganos o tejidos para pruebas diagnósticas o de otro tipo, incluida la disposición final», dijo la UAB en un comunicado, añadiendo que las leyes de privacidad impedían hacer comentarios sobre autopsias concretas. 

POLÉMICA  

Sin embargo, ante el reclamo de los familiares de los reclusos fallecidos, se ha desatado un cruce de acusaciones entre la universidad y el departamento penitenciario. Específicamente, sobre la cuestión de quién autoriza en última instancia las autopsias. 

«La UAB solo realiza autopsias tras obtener el consentimiento o la autorización del funcionario estatal correspondiente», dice el comunicado.

El Departamento Correccional de Alabama también declinó hacer comentarios sobre el litigio pendiente. Sin embargo, dijo que no autoriza ni realiza autopsias.  

Pero, la UAB sostiene que la correccional autoriza las autopsias de los reclusos. 

«Una vez que un recluso muere, el cuerpo es transportado al Departamento de Ciencias Forenses de Alabama o (a la Universidad de Alabama en Birmingham) para que se le practique la autopsia, dependiendo de varios factores, entre ellos la región y si la muerte es ilícita, sospechosa o no natural», dijo el departamento de correccionales en un comunicado. 

DEMANDANTES  

La abogada de Birmingham Lauren Faraino dijo que las familias a las que representa, en las cinco demandas, le insistieron en que ninguno de los reclusos era donante de órganos.  

A su juicio, el propio formulario de autorización de autopsia de la UAB, obtenido por CNN, faculta al director de la prisión a dar su consentimiento «sin limitaciones» para la autopsia. Incluso, para la disposición final de los órganos de un recluso. 

Dijo, que eso significa, que la UAB puede conservar y disponer de los órganos como considere oportuno, a menos que se le diga lo contrario. 

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