Un estudio reveló que los lobos mutantes que deambulan en la Zona de Exclusión de Chernóbil, donde no hay humanos, han desarrollado genomas resistentes al cáncer, lo cual podría ser fundamental para ayudar a las personas a luchar contra esta mortal enfermedad.
Estos animales que andan en manada lograron adaptarse y sobrevivir a altos niveles de radiación. Esta ha infestado la zona tras la explosión del reactor nuclear en la central en 1986.
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Tras la catástrofe nuclear hace casi 38 años, la vida silvestre ha retomado el área, entre ellas las manadas de lobos mutantes. Estos mamíferos parecen no verse afectados por la exposición crónica al ambiente radioactivo.
La bióloga evolutiva Cara Love, de la Universidad de Princeton, ha estudiado cómo los lobos mutantes han evolucionado para su supervivencia en un entorno radioactivo. En vista de esto, presentó sus hallazgos en Washington en enero.
Hace 10 años, ingresaron a la Zona de Exclusión de Chernóbil para colocarle collares GPS con dosímetros de radiación en 2014. Asimismo, recolectaron muestras de sangre de los animales para dimensionar la respuesta de los lobos mutantes a la radioactividad causante de cáncer.
EXPUESTOS A 11,28 MILIREM
Los investigadores descubrieron que los cuadrúpedos están expuestos a 11,28 milirem de radiación al día en toda su vida. Esto es seis veces más que el límite de seguridad legal para las personas, reseñó The New York Post.
El sistema inmunitaria de un lobo de Chernóbil parecía distinto al de un lobo común, similar al de un paciente con cáncer sometido a tratamiento con radiación.
Asimismo, Love identificó regiones específicas del genoma del animal. Estas parecen ser resistentes a un mayor riesgo de cáncer.
Aunque la investigación podría ser vital para estudiar cómo las mutaciones genéticas en los humanos podrían incrementar las posibilidades de sobrevivir al cáncer al modificar el guion de diversas mutaciones genéticas que provocan el cáncer, desafortunadamente la investigación se ha estancado. La razón es que Love y su equipo no han podido volver a la Zona de Exclusión de Chernóbil. El primer inconveniente fue la pandemia del covid-19 y ahora la guerra entre Rusia y Ucrania.