Por María Laura García
Uno de nuestros derechos ciudadanos es VOTAR. Renunciar a él, como lo habrás escuchado, es dejar que otros decidan por ti. Y quizás dirás, bueno igual lo harán, sí pero también es una oportunidad para que aquellos que “manejan la verdad”, a buen entendedor pocas palabras, sepan lo que en realidad pensamos de ellos.
Ciertamente, votando decimos lo que pensamos, si estamos de acuerdo o no, si estamos molestos o no, simplemente decimos lo que queremos. Podrán ignorarnos o negarnos, pero CON ESE VOTO DECIMOS NUESTRA VERDAD.
Son muchas las razones y decepciones que mi invitan a votar, pocas veces he dejado de hacerlo incluso cuando el llamado ha sido la abstención, porque siempre he pensado igual: es mi forma de expresar qué apruebo o deseo, aunque a veces haya representado elegir al “menos malo”; pero yo que profesionalmente he estado ligada a la salud, en estas cortas líneas, solo me voy a limitar a decir, el por qué creo que es “vital” hacerlo más allá de hacer valer nuestro derecho.
Vital en este caso no es casualidad señores, votar es cuestión de vida o muerte, porque indiscutiblemente, entre muchas otras cosas, la salud de los venezolanos está en juego por infinitas razones.
En mi caso, con mi voto manifiesto, las ganas de tener un país con una SALUD PARA TODOS, con hospitales públicos equipados, con luz ininterrumpidamente, con agua o lo que es lo mismo con servicios públicos de calidad para que nadie fallezca en medio una operación por un apagón; o se infecte por la poca salubridad del centro asistencial y nuestros médicos cuenten con recursos dignos para hacer su trabajo. Y entre esos recursos están los fármacos, los instrumentos y equipos para diagnósticos.
Voy a votar, para que algún día volvamos a contar con los esquemas de vacunación completos para nuestros niños, con un buen control prenatal para que las cifras de muertes materno infantiles y neonatales bajen. Para que nuestros niños crezcan bien nutridos y se conviertan así en adultos sanos además de contar con las habilidades cognoscitivas para aprovechar mejor los procesos educativos, aunque la educación venezolana también esté en crisis, pero ese es otro tema; y bastaría hablar 10 minutos con algún experto.
Voy a votar, para que al tener un accidente no seamos ruleteados por todos los centros de salud de la ciudad y al necesitar una operación no seamos un nombre más en una larga lista de espera. Para que en una sala de emergencias no pongas en riesgo tu vida porque un malandro llegó a amenazar para que le salven a su familiar.
Votaré para tener profesionales de la salud que estén bien remunerados y no tengan la necesidad de irse con sus conocimientos y humanidad a otros países. Incluso, que los venezolanos que tienen enfermedades de envergadura no emigren para poder encontrar tratamiento y salvar sus vidas fuera del país y alejados de los suyos. ¡Cuántas historias como esta conozco!
Voy a votar, para que algún día, aquellos que sean diagnosticados con padecimientos complicados como el cáncer cuenten con el tratamiento en los hospitales del Estado. Para que los que necesitan por distintas patologías de medicamentos de alto costo puedan recibirlos regularmente: pacientes hemofílicos, con VIH, Parkinson, etc. Y que estos enfermos, no sientan en las etapas de desabastecimiento de dichos fármacos que se les va la vida y que van muriendo lentamente.
Voy a votar, para que aquellos que necesitan diálisis y trasplantes cuenten con estos servicios en todos los hospitales. Para que al entrar a un centro asistencial público el enfermo y sus familiares no tengan que pagar, aproximadamente, el 70% de los insumos que se requieren para su tratamiento, porque eso NO es salud pública gratuita y, además, en espacios físicos que lo que dan es pena.
Cito un pequeño ejemplo, los laboratorios de bioanálisis no cuentan con reactivos, y todos los exámenes debe hacerse en los privados ¿Cómo se cura alguien sin una química sanguínea? O ¿Sin equipos de radiodiagnóstico, radioterapia y quimioterapia? ¿Sin quirófanos funcionando 24 horas y sin la cantidad de camas suficientes?
Voy a votar para que nuestros viejitos tengan pensiones que les permitan alimentarse bien y puedan comprar las medicinas para sus tratamientos crónicos, y no tengan que escoger entre una cosa u otra.
Voy a votar, para que ENFERMARSE NO SEA NUNCA MÁS UNA SENTENCIA DE MUERTE porque no tenemos a donde acudir para ser atendidos dignamente y hacer valer nuestro DERECHO FUNDAMENTAL como lo es la SALUD.
Este 28 de julio es el gran día para volver a encontrarnos y VOTAR. Este domingo será por y para Venezuela; sal con entusiasmo a votar, hazlo por ti, hazlo por todos, hazlo por una Venezuela con BUENA SALUD.
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