Niebla mental y depresión: ¿Podría la testosterona ser la respuesta?

Caraota Digital
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Por la Dra. Carmen Mantellini

Seguimos conversando este mes sobre este interesante tema, gracias a sus preguntas en mis redes he querido seguir dando respuesta a esta situación que afecta mucho más de lo que se cree.

A menudo se hace referencia a la Testosterona como una hormona masculina, en parte porque los hombres tienen concentraciones de testosterona aproximadamente diez veces más altas en comparación con las mujeres, aunque las mujeres son en realidad más sensibles a la Testosterona.

La Testosterona periférica puede cruzar la barrera hematoencefálica y tener una serie de efectos en el cerebro. Tanto la Testosterona como el Estrógeno en el cerebro estimulan los sistemas dependientes de dopamina y serotonina, impactando positivamente el ánimo y la sensación de bienestar.

También es cierto que las mujeres tienen más del doble de probabilidades que los hombres de padecer trastornos del estado de ánimo. Esta diferencia nos indica un papel potencial de las hormonas gonadales en la etiología de la ansiedad y los trastornos depresivos. De hecho, los estudios han revelado que las mujeres son más propensas a experimentar trastornos del estado de ánimo, ansiedad y depresión durante los momentos de alteraciones hormonales, como la pubertad, la menopausia, los períodos peri menstruales y el período posparto.

Solo en la menopausia, aproximadamente dos tercios de las mujeres refieren y notan un deterioro cognitivo, comúnmente llamado niebla mental junto a una amplia gama de síntomas que incluyen fatiga, dificultad para concentrarse, mala memoria, disminución de la fluidez verbal y reducción de la capacidad para realizar múltiples tareas y planificar. También son comunes los síntomas negativos del estado de ánimo, como el bajo estado de ánimo, la ansiedad, la irritabilidad, la pérdida de confianza y motivación, y la sensación de agobio.

El riesgo de un episodio depresivo mayor aumenta de 2 a 4 veces y los pensamientos suicidas son hasta ocho veces más prevalentes en las mujeres perimenopáusicas.

Si bien los estudios clínicos de la terapia con testosterona en mujeres son más limitados, algunas pruebas respaldan las funciones ansiolíticas y antidepresivas de la testosterona. La administración de una dosis baja de testosterona en mujeres con trastorno depresivo mayor resistente al tratamiento mejoró significativamente las calificaciones de depresión, en comparación con los sujetos tratados con placebo.

La testosterona no solo es sexualidad; es claridad mental y bienestar emocional. Debemos dejar de satanizarla y empezar a entenderla.

Para hacer tus preguntas sobre este tema visítame  @dramantellini en las redes sociales X, Instagram y TikTok.

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