Lubricantes, un aliado en la salud

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Por Caraota Digital 4 Min de Lectura
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Por la Dra. Carmen Mantellini 

Los lubricantes personales juegan un rol fundamental en la salud. Su uso no sólo se limita al momento de tener relaciones sexuales, también en la practica médica, por ejemplo, en la exploración rectal y vaginal, en el acompañamiento durante el trabajo de parto. Por eso es importante conocer sus características para entender los riesgos que producen sus componentes.

Aunque algunos piensen que es un tema superficial, un lubricante confiable y seguro forma parte de la iniciativa del Fondo poblacional de las Naciones Unidas y de la Organización Mundial para la salud en su meta de detener y eliminar la infección por el virus de Inmunodeficiencia Humana y otros gérmenes de transmisión sexual para el año 2030.

Los lubricantes son ampliamente utilizados por hombres que tienen relaciones con otros hombres, mujeres y transgénero. En un estudio realizado en los Estados Unidos en el año 2012, encontraron que 7 de cada 10 personas usa lubricantes para facilitar e incluso mejorar la experiencia durante la relación sexual, y específicamente en las relaciones de hombres con hombres, en hasta 80% de los encuentros sexuales.

Cuando se usan en combinación con preservativos o condones, el uso de lubricante ayuda a prevenir la ruptura de los mismos durante la relación sexual.

Pero la preocupación viene porque el uso de ciertos lubricantes puede favorecer las infecciones de transmisión sexual, al producir irritaciones y fisuras en los tejidos que recubren a la vagina y el recto, facilitan la transmisión de estos gérmenes.

Los lubricantes deben ser acuosos para evitar la ruptura del preservativo, ni muy líquidos ni muy espesos, no deben ser pegajosos, ni tener un olor desagradable, no deben causar irritación , deben poder usarse frecuentemente y también muy importante, tener un precio asequible para todos. En países en los que esto último no es posible, el uso de aceites favorece no sólo la ruptura del condón, sino que favorece la aparición de lesiones que aumentan el riesgo de infecciones de transmisión sexual

¿Cuáles son esas características que hacen que un lubricante cumpla con estas expectativas?

El Comité de expertos de la Organización Mundial para la Salud desde el año 2011, y ratificado en el año 2020, propone que un buen lubricante debe ser acuoso con estas especificaciones:

  • La osmolaridad ideal es de 380 mOsm/Kg, pero muchos de los lubricantes comerciales pueden sobrepasar los 2000-6000 mOsm/kg, por lo que propone la cota máxima de 1200 mOsm/Kg.
  • El pH no es sólo importante sino la cualidad de amortizado del lubricante, esto es, su capacidad para alterar el pH natural de la vagina y/o el recto. Un lubricante con gran capacidad amortiguadora o buffer, impondrá una alteración prolongada del pH, lo que puede favorecer la aparición de infecciones.
  • No debe contener espermicidas, ya que estas sustancias favorecen la irritación del tejido vaginal o rectal, favoreciendo la infección de gérmenes de transmisión sexual.

Ya existen en el mercado marcas que declaran su pH y osmolaridad, pero en resumen, lo que puedo recomendarte es que elijas lubricantes sin colorantes, sabores o fragancias, que puedan aumentar el riesgo de irritación local, y sobre todo, evita los aceites, que favorecen la ruptura de los preservativos de látex.

Si tienes alguna duda adicional consulta por mis redes sociales @Dramantellini.

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