La belleza del tiempo perfecto ¡Solo madurar permite admirarla!

Caraota Digital
6 Min de Lectura
6 Min de Lectura

Por María Laura García 

Hay algo maravilloso que solo la madurez, cuando se trabaja con consciencia, logra regalarte: el entendimiento de que todo tiene su hora perfecta de suceder. Ni antes, ni después, sino justo cuando estamos preparados para disfrutar de esa meta.

Esta mañana pensaba que, lo que pretendemos sucede cuando tenemos el conocimiento suficiente para hacerlo bien, o solo cuando estamos listos para apreciar eso que la vida te pone en las manos.

La fe, sumada al autoconocimiento, te revela una verdad fundamental: muchas veces, aquello que tanto anhelabas y no sucedía era porque el destino te estaba guardando para algo infinitamente mejor, o te estaba apartando de algo que, aunque no lo vieras, no te convenía.

Qué bonito que la vida nos lleve a madurar lo suficiente como para entenderlo todo y agradecerlo todo. Te das cuenta de que el mundo, con su aparente desorden, en lo bueno y lo malo, tiene un equilibrio perfecto que, a nuestros ojos humanos, muchas veces parece tenaz, desgarrador, doloroso e injusto. Unos con mucho, otros con poco, aparentemente porque si tuviésemos la oportunidad de ver con los ojos del creador, notaríamos que es absolutamente lo contrario.

Mientras que no entendemos que todo resulta más simple cuando fluimos sin resistencia, cuando nos ocupamos sin rumiar o dudar, y nos entretenemos accionando, aquello que nos incomoda deja de ser tan pesado y pasa más rápido. Solo cuando comenzamos a creer, las cosas suceden. Solo cuando cultivas tu espíritu tanto como aquello que se refiere a la «carne» (tu salud física o lo material), comienzas a vivir de verdad.

La resistencia patológica y el peligro de no agradecer…

No entender la perfección del quehacer y del tiempo, vivir en la queja y la resistencia nos enferma emocionalmente ¡Literal! ¿Qué pasa cuando nos negamos a agradecer y a aceptar el timing?

La psiquis entra en un estado de lucha constante. Como lo han estudiado psicólogos como el Dr. Martin Seligman, la aceptación y la gratitud, que cuidado no es conformismo, son las herramientas que más contribuye a la felicidad duradera y a la resiliencia. La falta de gratitud y la obsesión por el control nos sumergen en la ansiedad, por el futuro que no llega; y en la frustración por el pasado que no podemos cambiar.

La creencia de que «el tiempo de Dios es perfecto», más allá de la fe, es un principio de aceptación radical que contribuye a la salud mental. Cuando no abrazamos esta idea, caemos en la rumiación mental, un ciclo de pensamientos negativos y repetitivos sobre lo que debería haber sido o “debe ser”. Esto nos produce un desgaste emocional tremendo, llevando al cuerpo a un estado de alerta que aumenta el cortisol, afectando nuestro bienestar físico y mental. No soltar el control es la receta para vivir en la angustia.

Mini Manual de hoy para vivir en plenitud y paz

Lograr esta visión de la vida requiere disciplina y consciencia. Aquí te dejo algunos tips para ayudarte a crecer emocionalmente, sentirte plena y en paz:

  1. Cultiva la gratitud diaria: Dedica tres minutos cada noche a anotar o pensar tres cosas específicas por las que estás agradecida, incluso si fue un día difícil. La psicología positiva demuestra que este hábito re-cablea el cerebro para enfocarse en lo bueno.
  2. Practica la fe activa y el timing: Cuando sientas la ansiedad por la espera, repite el mantra de tu reflexión: «Estoy lista para lo que venga cuando tenga que venir.» Esto te ayuda a liberar el control. Recuerda, como dice la sabiduría, lo que es para ti, ni que te quites.
  3. Cambia la rumiación por la acción: En lugar de darle vueltas a lo que te incomoda, pregúntate: «¿Qué paso mínimo puedo dar hoy para resolver esto?». Ocuparse es el antídoto contra el rumiar. La acción te devuelve la sensación de control sobre ti misma, no sobre los resultados.
  4. Nutre tu espíritu y tu «carne»: No descuides tu salud física por los problemas emocionales y viceversa. Haz ejercicio, hidrátate y come bien. A la par, cultiva tu espíritu con lectura, música, meditación u oración. El equilibrio entre cuerpo y mente es donde resides la verdadera plenitud.

Solo cuando te alineas con la fe y la acción, permitiendo que la vida fluya sin resistencia, es cuando comienzas a vivir de verdad. Tu paz no se negocia.

REDES:
Instagram: @ATuSalud
YouTube: ATuSaludconMariaLauraGarcia
Facebook: ATuSaludEnLinea
Twitter: ATuSaludEnLinea
TikTok: ATuSaludEnLinea

Caraota Digital no se hace responsable por las opiniones, calificaciones y conceptos emitidos en las columnas de opinión publicadas en este medio.

Compartir este artículo