Por María Laura García
¿Por qué es importante entender cuándo nos habla y accionar en consecuencia? ¿Sientes cuando tu organismo te está diciendo algo?
Sin duda alguna ya sea a través de señales orgánicas cada vez que accionas o incluso cuando no, o si comes de una determinada manera o través de tus diálogos internos, el cuerpo siempre busca indicarnos sobre qué es lo mas armónico para él. El gran detalle está en cuánto lo entendemos y qué tanto caso le hacemos.
Así que, lo más útil que podemos hacer para vivir en bienestar es aprender situarnos en el aquí y en el ahora (mindfulness) para captar y comprender, cuándo y cómo nos habla.
Así lo veo yo…
Diariamente, hacemos mil cosas, comemos de una determinada forma, nos ejercitamos o nos dejamos arrastrar por el sedentarismo, es decir, tenemos hábitos consientes e inconscientes que pueden afectar nuestra salud de manera positiva o negativa paulatinamente. Ahora bien, de formas increíbles si nos conectamos con nosotros, independientemente de las prisas, las preocupaciones o presiones de la vida, nuestro cuerpo nos habla, por medio de señales, qué tal le sienta cada cosa que hacemos o que nos pasan y es vital poner atención e ir tomando nota de cada una de esas expresiones para saber, qué evitar o qué hacer mejor, con mayor conciencia.
Insisto, nuestro cuerpo nos envía señales de advertencia cuando algo no está funcionando correctamente. Prestarle atención a esos signos de nuestro organismo puede ser todo un desafío en un mundo agitado y lleno de ocupaciones, pero si queremos mantener un equilibrio saludable en nuestra vida, es fundamental escuchar, para tomar decisiones preventivas para evitar enfermarnos con el tiempo.
¿Cómo escucharnos?
Tomándote un tiempo para reflexionar y conocerte, conectando con tus sensaciones en diferentes momentos y circunstancias del día.
Por ejemplo, lo más básico, durante y después de tus comidas, porque todo nuestro ser nos envía señales cuando tiene hambre, cuando está lleno, cuando tiene sed, cuando lo que estamos comiendo no nos hace bien o nos va caer mal. Ahora bien ¿Haces caso a estas señales? Por ejemplo, a mí me ha dicho hasta el cansancio que si como mucho de noche, duermo mal y me levanto sin energías e incluso hasta sin ánimo: y, aun así, algunos días, me hago la loca y seguramente si insisto en hacerlo, enfermaré mi cuerpo.
Si le hiciéramos caso, seguramente evitaríamos comer copiosamente, comer alimentos tóxicos o pesados para nosotros y nos alimentaríamos mejor.
Por otra parte, cuando hacemos ejercicios, nuestro cuerpo también nos guía, si le prestáramos atención, ojo no al saboteador que habita en nuestra cabeza, sino a nuestros músculos, pies, brazos, etc.; sabríamos cuándo es prudente parar o si podemos dar un extra, e incluso evitaríamos lesiones.
Otros mensajes importantes de nuestro cuerpo son aquellos relacionados al descanso y a momentos estresantes. Él nos indica cuándo y cuánto necesita dormir, más cuando despertar. Si nos enfocáramos, seguramente mejoraríamos la calidad de nuestro sueño y los niveles de energía durante el día.
Indefectiblemente, el cuerpo nos envía mensajes cuando estamos estresados, como tensión muscular, respiración acelerada o latidos rápidos, si al notar que los experimentas determinas qué los provoca puedes encontrar la forma de manejar tus emociones y dichas situaciones para que no te afecten tanto; o encontrar las herramientas para mitigar esa tensión una vez finalizada la jornada.
Otro ejemplo que se me ocurre, es cómo reacciona nuestro organismo ante ciertos hábitos como el tomar café, tomar alcohol o infusiones. Observar tu mente y sentir tu cuerpo ante las cantidades y te permitirá decidir cómo consumirlos para sentirte bien y no mal o para no perturbar tu bienestar. Créeme todo tiene su medida y cuando saboreas la plenitud de estar bien, no quieres más nunca hacer las cosas mal.
Por último, también vale la pena hacer esa conexión contigo al final de tu jornada laboral, cuando pasas tiempo con las personas más cercanas a ti. Reflexionar y meditar es fundamental para entender las señales y así descubrir patrones, mejorar tus hábitos, mantener tu salud y prevenir enfermedades.
Finalmente …
Recuerda que el autocuidado es clave tanto desde el punto de vista físico como mental, hacer del conocerte un hábito recurrente, te permitirá vivir al máximo cada día, ya que todo lo que vivimos lo vivimos en nuestro cuerpo que es el contenedor de todas nuestras experiencias y vivencias.
En una sociedad, donde prima la producción y el intelecto por encima de la escucha de las propias necesidades, de la autorregulación y del placer entenderte y atenderte es vital. Desconectarnos solo nos traerá enfermedad, es decir, estados depresivos, de estrés y ansiedad, insomnio, dificultad para vivir el placer, patologías crónicas, dolores o incluso somatizaciones físicas.
Cuanta más conciencia tenemos del cuerpo, más podemos liberarnos de las tensiones y emociones reprimidas y vivir de forma más plena.
REDES:
Instagram: @ATuSalud
YouTube: ATuSaludconMariaLauraGarcia
Facebook: ATuSaludEnLinea
Twitter: ATuSaludEnLinea
TikTok: ATuSaludEnLinea
Caraota Digital no se hace responsable por las opiniones, calificaciones y conceptos emitidos en las columnas de opinión publicadas en este medio.
