Por la Dra. Carmen Mantellini
Cada año una nueva oportunidad para conversar sobre esta enfermedad, que afecta a tantas mujeres, y que paradójicamente, es de las pocas prevenibles por vacunas. Para el año 2020, fue la cuarta causa de muerte en mujeres a nivel mundial, y la mayoría de estas ocurrieron en países de medianos o bajos recursos, principalmente en mujeres no vacunadas.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), eliminar esta enfermedad como problema de Salud Pública es una prioridad y por lo cual estableció tres metas para lograrlo.
Que el 90% de las niñas estén vacunadas, ayudando así a que las nuevas generaciones no padezcan de esta enfermedad y proteger a sus pares no vacunados, de adquirir la infección por el Virus de Papiloma Humano. Este virus, cuando logra el ambiente necesario para persistir en su infección, genera cambios que con el tiempo pueden provocar cáncer de cuello uterino.
Otras condiciones demostradas, que favorecen la persistencia de la infección serían la infección concurrente, es decir, al mismo tiempo, por el Virus de Inmunodeficiencia Humana, fumar, el uso prolongado de anticonceptivos hormonales, entre otros.
El impacto de la vacunación es tan grande, que un estudio en Suecia demostró que disminuye hasta en un 90% la posibilidad de desarrollar cáncer de cuello uterino en relación con las mujeres no vacunadas.
Otra meta para la OMS es el diagnóstico temprano de esta enfermedad, y para eso se requieren no solo políticas y programas de salud de los gobiernos, sino también de educación, para que las pacientes acudan al menos una vez al año a su control ginecológico y puedan realizarse o bien una citología, o bien una prueba de detección de virus de VPH o ambas, según el país, que permita el diagnóstico y tratamiento oportuno de lesiones premalignas y cáncer.
Y en último lugar, y no menos importante, que las mujeres diagnosticadas con lesiones premalignas y cáncer reciban el tratamiento adecuado y oportuno.
De nada sirve diagnosticar, si no podemos implementar cuanto antes, el tratamiento que requiere esa paciente.
Así que te invito en este mes de enero a chequear cuándo fue tu último control ginecológico e incluso el de tus seres cercanos, para apoyar esta meta de salud para todos.
Para conocer más de este tema visita mis redes sociales @Dramantellini.
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