Por el Dr. Ricardo Soto-Rosa
El mes de octubre ha sido instaurado por la Organización Mundial de la Salud como el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama, por lo que se practican diferentes campañas de divulgación y concientización de esta patología que a tantas mujeres afecta en todo el planeta y no pocas veces tiene un desenlace fatal.
Todos los seres humanos tienen tejido mamario, la diferencia se establece cuando las hormonas femeninas estimulan su crecimiento y desarrollo. Así las mamas se transforman en redondas figuras, firmes y vistosas, que lucirá la mujer con gran orgullo y será uno de los principales ganchos para la seducción y el cortejo.
Las mamas permiten alimentar al ser humano en sus primeros seis meses de nacido, también son caudalosa fuente de vida y amor maternal.
El uno por ciento del cáncer de mama lo padecen los hombres, ya que, al tener glándulas mamarias, así no estén desarrolladas pueden ser asiento de esta terrible enfermedad.
Pocos hombres están informados de que pueden desarrollar cáncer de mama, por lo que no están pendientes de su control y observación para consultar ante cualquier anormalidad que en un momento dado se presente.
El cáncer de mama en el hombre generalmente se diagnostica en etapas más avanzadas, ya que al no estar informado, no presta atención de los síntomas y consulta tardíamente. Por esta razón la mortalidad del cáncer de mama en hombres es muy alta.
Entre los factores que aumentan el riesgo de cáncer de mama en el hombre tenemos el envejecimiento, la edad media en la que se diagnostica, está alrededor de los 67 años.
Otro factor que influye, son los niveles elevados de estrógeno u hormona femenina, bien sea, por tomar medicamentos que las contengan, el sobre peso que aumenta la producción de estrógenos o el consumo de ganado que ha sido engordado con hormonas.
También aumenta el riesgo de padecerlo, el antecedente, de tener familiares directos con cáncer de mama.
Una vez que se detecta alguna anomalía en la mama del varón, como puede ser una dureza o tumoración, retracción del pezón, enrojecimiento o secreción mamaria de sangre u otro fluido deben practicarse los estudios para clínicos pertinentes como lo son el eco mamario, la mamografía, el análisis de la secreción del pezón, así como la biopsia donde se establecerá si estamos en la presencia de la enfermedad.
Al ser diagnosticada se procederá a la estadiación del tumor y de acuerdo a ello se decidirá la terapia más conveniente. Generalmente se procederá a la extirpación quirúrgica de todo el tejido mamario incluyendo el pezón, así como los ganglios axilares.
De acuerdo a los estudios de anatomía patológica y la extensión tumoral se podrán adicionar tratamientos complementarios como la radio o quimioterapia, así como manejo hormonal.
Por todo lo antes expuesto debemos concientizar a la población masculina para que estén alertas ante cualquier cambio en su región mamaria y en la evaluación urológica anual, no debe faltar, un examen minucioso de esta zona tan particular.
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