Por el Dr. Ricardo Soto-Rosa
Gustavo Estrada, era un abogado penalista muy reconocido, con un verbo encendido y de muy buenos argumentos, conseguía con frecuencia la libertad de sus clientes, la mayoría ciertamente inocentes. Él estaba casado con Ofelia, desde hacía ya quince años, sin planificar mucho nacieron los morochos Estrada, por lo que pronto decidieron un nuevo encargo, siendo premiados con una hermosa niña que llamaron Odilia Margarita.
A los pocos meses Ofelia no entendía porque estaba nuevamente con malestares de embarazo, pensó que era indigestión o agotamiento por los cuidados de sus tres pequeños niños. En la consulta el médico confirmó que Ofelia nuevamente estaba en Cinta, por lo que se planificó realizar durante la cesárea, una ligadura de trompas. Pero Ofelia presentó a los meses un parto prematuro con sus complicaciones que impidió realizar la esterilización planificada.
Ofelia escuchó que varios de los esposos de sus amigas habían practicado un método muy efectivo y sencillo para el control de la natalidad. Investigó y se lo planteó a Gustavo, quien no estuvo para nada de acuerdo, fueron muchas noches de interminables discusiones con distanciamiento y molestas miradas.
Cuando escuchamos hablar del control definitivo de la natalidad en una pareja, generalmente la atención se centra sobre la mujer. Para llevarla a cabo de manera efectiva y segura implica una cirugía en quirófano bajo anestesia general. Rara vez pensamos en el hombre, el cual también puede ser sometido a una intervención mucho más sencilla, realizada con anestesia local, en el consultorio y de manera ambulatoria, con mínimas molestias.
Los espermatozoides se forman en los túbulos seminíferos de los testículos a partir de las células germinales, las cuales al ser estimuladas por las hormonas inician un sofisticado proceso de cambios y maduración hasta convertirse en espermatozoides. Estos ya formados pasan al epidídimo, que se ubica sobre el testículo, donde se almacenan y completan su proceso de maduración, adquiriendo la capacidad de moverse.
Al momento del acto sexual son transportados a través de un largo conducto llamado el deferente, que se extiende desde la cola del epidídimo hasta desembocar en la uretra juntoa la próstata y las vesículas seminales. El 90 % del semen es producto de la combinación de las secreciones de próstata y vesículas seminales y solo el 10 % es la secreción proveniente de los testículos donde se encuentran los espermatozoides.
La vasectomía consiste en seccionar y ligar el conducto deferente, el cual se identifica fácilmente, a través de la palpación de la bolsa escrotal, donde se practica una pequeña incisión que permite abordarlo. De esta manera el paso de los espermatozoides queda definitivamente bloqueado, manteniendo intacta su función sexual, con un eyaculado de
aspecto normal, pero sin espermatozoides por lo que ya no le será posible embarazar a su pareja.
Este procedimiento seguro y confiable, con muy pocas molestias y mínimas complicaciones, cada día gana más popularidad. Gustavo Estrada no pudo con los argumentos de su amada, a pesar de tanta resistencia, estaba sentado esperando turno en el urólogo, en sus manos tenía una revista donde le llamó la atención un artículo que se titulaba “Como convencer al terco de tu marido”.
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