Por la Dra. Carmen Mantellini
El cáncer de ovario es el segundo cáncer ginecológico en frecuencia a nivel mundial, pero a la vez el más letal de todos. Y su mal pronóstico se debe a que, en la mayoría de los casos, se detecta en su etapa más avanzada, lo que condiciona la posibilidad de sobreviva y respuesta al tratamiento. Para entenderlo en números, casi 9 de cada 10 pacientes sobrevivirán a los 5 años si son diagnosticadas en estadio 1, esto es, cuando el cáncer se encuentra localizado en el ovario, versus sólo 2 de cada 10 pacientes si por el contrario, se diagnostica en el estadio más avanzado.
Los estudios que han tratado de usar marcadores de enfermedad temprana como el ecosonograma pélvico transvaginal o la medición frecuente de una proteína en sangre llamada CA 125, han fallado en demostrar su utilidad, sin embargo, si se ha podido evidenciar, que ciertos síntomas pueden estar presentes desde las etapas iniciales, y que su identificación y evaluación pueden permitir el diagnóstico oportuno.
Así que nos enfocamos en educar en relación no sólo a la aparición de estos síntomas, sino entender su duración y cuándo consultar, ya que la mayoría no son de origen ginecológico.
El primero es la distensión abdominal, sabemos que incluso hasta 12 meses antes del diagnóstico, las pacientes sufren de este síntoma, compran frecuentemente productos para aliviar los gases y molestias digestivas, sin percatarse que era un síntoma de cáncer de ovario. Igual pasa con la llenura temprana al comer, esto es, que notamos que no podemos seguir comiendo como de costumbre, y obviamente no estamos bajo la influencia de medicamentos que también pueden producir estos síntomas, como el tratamiento con metformina o las nuevas drogas para tratar la obesidad como Saxenda u Ozempic. También en el área digestiva el estreñimiento de reciente aparición, puede ser un síntoma temprano.
Fuera del área gastrointestinal está la urgencia miccional, que se caracteriza por una necesidad urgente de ir al baño a orinar. Este síntoma también está en infecciones urinarias y por la falta de estrógenos propia de la menopausia, por lo que es muy importante diferenciarlo y tratarlo. En estos casos, el tratamiento con antibióticos y/o estrógenos vaginales no lo alivia.
En el área ginecológica suelen aparecer síntomas tardíamente, como por ejemplo el sangrado uterino irregular, el sangrado postmenopáusico o incluso el dolor al tener relaciones, síntomas aún de más difícil diferenciación en la mujer que no ha alcanzado la menopausia.
Lo fundamental es identificar 3 características en estos síntomas:
- Es un síntoma que no estaba antes.
- Regresa aun cuando tomamos una medicina para aliviarlo.
- Está presente en al menos 12 días durante un mes.
Si esto es así, no dudes en consultar y visitar mis redes sociales donde te explico más sobre esto @Dramantellini.
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