Esta semana el estado de México quedó consternado después de que se hiciera viral el video del cruel asesinato a un perrito llamado Scooby. Roberto, el niño de 11 años, dueño del animal, contó que alcanzó a verlo en sus últimos minutos de agonía.
«Escuche un grito. Yo pensé que fueron los perros. Cuando fui él ya estaba en el cazo, ya lo estaban sacando», contó el menor.
«Yo me sentí horrible porque no aguanté verlo así. Me lo dieron en una caja para que lo enterrara», agregó el niño. Asimismo, afirmó que lo que quiere es que se haga justicia para Scooby.
De igual forma, su madre, Lucía Martínez Hernández, relató lo vivido en esos instantes. «Mi hijo después de platicar con su amigo, se metió y dice que ya va a traer a su perro, pero cuando llegó ya el señor de la carnicería lo estaba sacando con una bolsa».
El pequeño canino fue brutalmente arrojado a un recipiente con aceite hirviendo por un oficial de policía identificado como Sergio Morales, quien previamente había amenazado al propietario de una carnicería local mientras se encontraba en estado de ebriedad.
LA HISTORIA DETRÁS DEL PERRITO
Aunque inicialmente se informó que el perro se llamaba «Benito» y que era un animal callejero, se confirmó después que era una mascota muy querida por su familia adoptiva, en especial por el niño llamado Roberto, quien lo había adoptado de un refugio para animales.
Scooby solía acompañar a Roberto en sus mandados diarios y era considerado un miembro más de la familia. La violenta muerte del cachorro a manos de un humano fuera de control ha conmocionado a la comunidad.
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El agresor, Sergio Morales, era un residente local y miembro del cuerpo de policía municipal. Después de que un video donde se le ve arrojando a Scooby al aceite hirviendo se hiciera viral en redes sociales, Morales huyó y se refugió en Coyoacán, donde finalmente fue detenido por agentes de la Fiscalía del Estado de México y la Procuraduría del Medio Ambiente.
La muerte del perrito no fue rápida, sino que sufrió heridas graves que le causaron un dolor inimaginable. La pérdida ha sido un golpe devastador para toda la familia, especialmente para Roberto, quien lo consideraba su mejor amigo.
Además de posibles cargos por maltrato animal que podrían ocasionarle de 3 a 6 años de cárcel a Morales, también podría enfrentar cargos por extorsión debido a sus amenazas contra el dueño de la carnicería.