Javier Milei, presidente electo de Argentina, no invitó a Nicolás Maduro a su toma de posesión por las denuncias de violaciones de derechos humanos, dando un nuevo giro a la política exterior de ese país.
Milei se va a juramentar como presidente argentino el próximo domingo, 10 de diciembre. Sin embargo, excluyó a Maduro y los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel; Nicaragua, Daniel Ortega; e Irán, Ebrahim Raisi.
Esta decisión de Milei se distancia de la política del actual presidente, Alberto Fernández, quien tuvo unas relaciones amistosas con Cuba y el chavismo, llegando a obviar las violaciones de derechos humanos en ambos países.
Desde su campaña, Milei trazó una línea roja con Irán, Venezuela, Cuba y Nicaragua, a los que ha condenado en varias ocasiones. Mientras tanto, se ha mostrado más diplomático con China, Rusia y Brasil, cuyos presidentes sí están invitados a la toma de posesión.
PODRÁN IR EMBAJADORES
Igualmente, Milei recuerda que Argentina tiene relaciones diplomáticas con Irán, Venezuela, Cuba y Nicaragua. En ese sentido, no va a prohibir que los embajadores de esos países estén presentes en los actos oficiales del 10 de diciembre.
Analisats indican que esta posición de Milei implica que Argentina no formará parte de los BRICS por la presencia de Irán. Además, se alejará del diálogo entre el chavismo y la oposición, a la vez que condenará a Nicaragua y Cuba.
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Tras las presidenciales argentinas, Maduro calificó a Milei de «neonazi». «Es una extrema derecha que viene con un proyecto colonial en Argentina, que pretende liderar un proyecto colonial en toda América Latina y el Caribe», dijo el líder del chavismo.
Milei respondió y lamentó «los muy inapropiados términos que usó» para calificarlo. «A la dictadura de Maduro nosotros la condenamos (…) Esto de banalizar el Holocausto a mí me irrita», sentenció el presidente electo.
