El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, habría ordenado ejecutar a unos 30 funcionarios por no evitar las graves inundaciones y derrumbes que afectaron al país asiático durante las lluvias en julio de este año.
Las intensas precipitaciones causaron la muerte de entre 4.000 y 5.000 personas y dejaron a más de 15.000 desplazados. Kim habría pedido una investigación y responsabilizó a varios funcionarios por lo ocurrido.
La cadena surcoreana TV Chosun precisó que los funcionarios fueron acusados por corrupción y negligencia en el cumplimiento de sus deberes. No hay información sobre los cargos o rangos de los fallecidos.
«Se ha determinado que entre 20 y 30 cuadros en el área afectada por las inundaciones fueron ejecutados simultáneamente a finales del mes pasado», dijo un oficial anónimo del régimen norcoreano.
REUNIÓN DE KIM
Daily NK apuntó que las inundaciones afectaron especialmente a la provincia de Chagang, región fronteriza con China. Además de la muerte de miles de personas, 4.000 edificios y 3.000 hectáreas de tierras agrícolas quedaron sumergidas.
Después del desastre, Kim tuvo una reunión con Kang Bong-hoon, secretario del Comité Provincial del Partido en Chagang desde 2019, y con el ministro de Seguridad para removerlos de sus cargos.
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Mientras que responsabilizaba a los funcionarios por el desastre natural, Kim rechazó la ayuda internacional para atender la situación. Además, negó que miles de personas hayan muerto en las inundaciones.
Son regulares los reportes de ejecuciones en Corea del Norte, aunque parecen haber disminuido en los últimos años. Por su parte, el régimen dice que se trata de casos puntuales y que la pena de muerte se aplica en contadas ocasiones.