Osneibel Jesús Robles Castillo, un joven migrante venezolano, falleció mientras viajaba en el «tren de la muerte» en México. Días después de la tragedia, su familia pide ayuda para trasladar su cuerpo hacia Venezuela.
El joven murió a principios de diciembre en un accidente ferroviario en Zacatecas. Osneibel cayó del techo del tren y parte de su cuerpo quedó mutilado en medio de los rieles, de acuerdo a las autoridades municipales.
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Tivisay Castillo y José Robles, padres de Osneibel, se enteraron de la muerte de su hijo por Facebook. Después tuvieron que reconocer el cuerpo por una videollamada con la Fiscalía General del Estado de Zacatecas.
Los padres de Osneibel exigen a las autoridades venezolanas que los ayuden a repatriar los restos del joven. «Quiero el cadáver de mi hijo conmigo», dijo Tivisay a El Pitazo.
OSNEIBEL BUSCABA UN MEJOR FUTURO
El joven de 25 años nació en Guanarito, un municipio rural del estado Portuguesa, en el núcleo de una familia campesina. Tras graduarse como bachiller, decidió formar una familia y se trazó nuevas metas: un trabajo estable y una vivienda propia.
«Nos corresponde ese derecho porque la migración de mi hijo no fue voluntaria. Tuvo que salir expulsado de Venezuela porque aquí nadie le garantizaba futuro», relató su madre.
Osneibel trabajó como despachador en Portuguesa, pero no tenía suficientes ingresos para mantener a su familia. Por tanto, en febrero de 2023 decidió migrar a Perú con su pareja y su hija de apenas tres años.
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Sin embargo, no consiguió suficientes oportunidades en Perú y a mediados de este año decidió migrar a Estados Unidos. Planificó una peligrosa travesía hacia Estados Unidos, cruzando la selva del Darién y Centroamérica.
Tras la muerte de Osneibel, su familia está de manos atadas. La Embajada en México dice que no tiene los recursos para repatriar el cuerpo, cuyo costo puede elevarse hasta los 15.000 dólares.
