Tomiko Itooka, oriunda de Japón y la persona más longeva del mundo según el libro de Récord Guinness, murió a los 116 años de edad, noticia que confirmó un funcionario de la ciudad de Ashiya.
Yoshitsugu Nagata, encargado de las políticas para la tercera edad en ese país, dijo que Itooka murió el 29 de diciembre.
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Nacida el 23 de mayo de 1908 en Osaka, se había convertido el año pasado en la persona más anciana del mundo tras el fallecimiento de María Branyas, de 117 años. «La señora Itooka nos dio coraje y esperanza a través de su larga vida», expresó el alcalde de Ashiya, Ryosuke Takashima. «Le damos gracias por ello», agregó.
Cuando le informaron a Tomiko que pasó a liderar la Lista Mundial de Supercentenarios, solamente contestó con un «gracias». Además, en su cumpleaños 116, recibió flores, un postre y una tarjeta del alcalde de Ashiya.
PARTE DE SU VIDA
Itooka llegó a ser jugadora de voleibol. Igualmente, escaló en dos oportunidades el monte Ontake, cuya altitud es de 3.067 metros; y se casó a los 20 años de edad, matrimonio que dio como resultado cuatro hijos: dos varones y dos hembras.
De acuerdo con AP, dirigió la oficina de la fábrica textil de su esposo en la Segunda Guerra Mundial. Tras quedar viuda en 1979, comenzó a vivir sola en Nara. Le sobreviven un hijo y una hija, además de cinco nietos.
En los últimos meses, la mujer pasó el mayor tiempo en cama, a excepción de cuando debía comer.
El funcionario también explicó que se llevó a cabo un funeral con familiares y amigos para despedirla.
Con su muerte, la persona más longeva del mundo pasa a ser Inah Canabarro Lucas, de 116 años de edad también, pero 16 días menor que Itooka.
