Autoridades de Australia arrestaron a un colombiano por someter a trabajos forzados a un grupo de venezolanos.
El modus operandi de este sujeto era que los «ayudaba» a migrar. Posteriormente, los venezolanos le tenían que pagar la supuesta deuda haciendo trabajos de servidumbre. El sujeto ya había trabajado con los jóvenes en Venezuela, por lo que tenía su confianza. En 2015, un primer grupo viajó con él a Australia con la promesa de tener una vida con mejores oportunidades, pero no encontraron más que un infierno.
En 2016 viajó un segundo grupo de venezolanos, bajo las mismas promesas. Desde entonces estuvieron sometidos a trabajos forzados por casi 10 años y no fue hasta hace algunos días que ocurrieron las primeras denuncias.
Este jueves, la policía de Australia revisó la residencia del colombiano y pudo verificar las atrocidades que hacía desde hace años. Los investigadores señalaron que desde que aterrizaban en Australia sometían a los venezolanos a «tratos crueles, inhumanos y degradantes», reseñó Infobae.
LO QUE LE HACÍA A LOS VENEZOLANOS
Lo primero que hacía era adueñarse de sus pasaportes y luego comenzaban los abusos. “Presuntamente mantenía un control diario de las víctimas siguiendo sus movimientos, restringiendo la actividad diaria, programando tareas diarias obligatorias, controlando los ingresos y obligando a las víctimas a pagar deudas que se les imponían de forma irrazonable”.
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Asimismo, impedía que las víctimas se comunicaran con libertad con familiares y amigos y controlaba todo lo que iban a decirles. Además, en algunos casos aplicaba severos castigos ya que “los dejaba encerrados fuera de la vivienda colectiva o dentro de armarios durante varios días”.
“Las prácticas de servidumbre, incluida la servidumbre por deudas, se producen cuando se somete a las personas a condiciones que no han aceptado. Las víctimas se ven considerablemente privadas de libertad personal en todos los aspectos de su vida, y a menudo se utilizan contra ellas amenazas, coacción o engaños”, añadieron las autoridades en un comunicado.
«Los delincuentes suelen beneficiarse o aprovecharse de las personas vulnerables que no pueden o no quieren denunciar las condiciones de explotación por miedo a las represalias de los delincuentes, al aislamiento social y a la dependencia económica de los delincuentes», añadió.
El colombiano, cuya identidad no fue revelada, tiene 38 años y enfrenta cargos por causar servidumbre por deudas (agravada), trato cruel, inhumano o degradante; por hacer que una persona entre o permanezca en servidumbre (agravado), trato cruel, inhumano o degradante. En caso de que lo declaren culpable pasará de siete a 20 años en prisión.