Un tribunal de Pakistán condenó a muerte a un sujeto de nombre Syed Mohammad Zeeshan, luego de publicar una supuesta blasfemia en un grupo de WhatsApp. La sentencia se dictaminó el pasado viernes 24 de marzo.
Si bien es cierto que la Ley de Prevención de Delitos Electrónicos y la Ley Antiterrorista amparan esta condena, nunca ejecutaron a alguien por tal infracción en ese país.
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Asimismo, el tribunal castigó a Zeeshan con 4.300 dólares y 23 de años de cárcel. El hombre de credo musulmán tiene derecho a apelar la decisión, reseñó RT.
Pakistán es una nación de mayoría musulmana. Allí, la blasfemia conlleva a graves consecuencias sociales y legales. De hecho, las acusaciones sin pruebas pueden detonar la violencia en las calles tras enardecer a las masas.
No obstante, activistas por los derechos humanos alertan que los delitos por blasfemia se usan frecuentemente con el fin de «ajustar» cuentas personales.
En las últimas dos décadas acusaron a 774 musulmanes y 760 integrantes de distintos grupos religiosos. Esto, según registros de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, un grupo de derechos humanos y asistencia legal pakistaní.
PAREJA CONDENADA POR UN BAILE EN IRÁN
En los países musulmanes es frecuente este tipo de sentencias. En febrero, el régimen de Irán volvió a vapulear los derechos humanos con una inusual condena. Una pareja de 20 años de edad recibió pena de 10 años de prisión cada uno por bailar en público con uno de los principales monumentos de Teherán de fondo.
La tragedia comenzó cuando decidieron expresar su amor con un pequeño baile frente a la Torre Azadi. El video lo subieron en vivo en sus redes sociales y rápidamente se hizo viral por lo encantador de la escena.
Los delitos que les imputaron son «fomentar la corrupción y la prostitución pública», así como por «reunirse con la intención de perturbar la seguridad nacional».
