La justicia boliviana emitió este viernes una orden de captura en contra del expresidente de ese país, Evo Morales, tras no presentarse a las audiencias cautelares de una investigación por el delito de trata de personas.
La segunda audiencia del caso se llevó a cabo en el Tribunal Departamental de Justicia de Tarija. Durante las cuatro horas que duró el proceso, Morales no se presentó y las autoridades lo señalaron de no comparecer ante la justicia.
El juez Nelson Rocabado emitió otra orden de aprehensión en contra de Morales, producto del riesgo de que el exmandatario se oculte o ausente del proceso. Además, determinó congelar sus cuentas y anotar sus bienes.
Las autoridades bolivianas han emitido varias órdenes de captura en contra de Morales. Sin embargo, el exmandatario no se ha entregado, insistiendo en que es inocente de las acusaciones y que se trata de una arremetida del Gobierno de Luis Arce.
DEFENSA DE MORALES RESPONDIÓ
El abogado de Morales y exministro, Jorge Pérez, habló minutos antes del comienzo de la audiencia. Ante los medios aseguró que el exmandatario es «inocente, un perseguido político» porque «no se cumple el debido proceso».
«Por eso es ilegal el mandamiento de aprehensión y la imputación formal, a él nunca lo notificaron. Que nos muestren que llegaron los asistentes del Ministerio Público a su domicilio, eso no existe», apuntó el abogado.
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A las afueras del tribunal se vivieron momentos de tensión. Minutos antes de la audiencia, hubo altercados entre detractores de Morales y algunos de sus simpatizantes, quienes acusaron a Luis Arce de ser un «cómplice» del proceso contra el expresidente.
La investigación se remonta hasta el 2016 y apunta que Morales tuvo una hija con una adolescente de 15 años, cuando todavía era presidente. Los padres de la joven habrían aceptado la relación a cambio de beneficios.
