La sociedad brasileña quedó conmocionada por el caso de Rosinalva da Silva, una mujer que pasó más de 20 años encadenada y encerrada en una jaula en la localidad de Viana, en el estado de Espírito Santo.
Medios locales indicaron que la Policía de Brasil logró rescatar a Da Silva en la zona rural de Brasil. La mujer estaba hambrienta y sedienta en una habitación oscura, en condiciones insalubres, con las manos atadas y los pies encadenados.
Las autoridades señalaron que su madre estaba bajo los efectos del alcohol y fue detenida. La mujer relató que Da Silva se había vuelto una mujer “agresiva” y encadenar fue “la única salida”.
Da Silva se encontraba en una especie de prisión improvisada, dado que estaba en una habitación con garrotes. Las restricciones en su alimentación le provocaron una grave desnutrición.
EL PUEBLO SABÍA DE DA SILVA
Las investigaciones determinaron que la jaula estaba en la misma residencia de Da Silva. Aunque no hay más detenidos, las autoridades presumen que todo el pueblo conocía que la mujer de 39 años estaba encerrada en la pequeña habitación.
Da Silva fue trasladada a un centro de salud de Viana y luego ingresó al Hospital Regional. Los médicos le diagnosticaron una “desnutrición severa” y le hacen más evaluaciones para determinar si tiene algunos otros padecimientos.
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Supuestamente, Da Silva perdió dos hijos en su juventud y esto le provocó problemas psicológicos. Por tanto, la madre tomó la decisión de encerrarla en la habitación, en lugar de llevarla a un centro de salud.
No hay detalles sobre el futuro judicial de la madre de Da Silva, quien se mantiene detenida por las autoridades. Asimismo, las averiguaciones indicaron que hay un tercer implicado, quien tenía la llave de la jaula en la que estaba encerrada la mujer.