Un juez de inmigración en Baltimore negó la solicitud de asilo del migrante salvadoreño Kilmar Ábrego García –deportado por «error» a El Salvador en marzo–, marcando un nuevo capítulo en un caso que ha captado la atención en EEUU por su complejidad legal y sus implicaciones políticas.
La medida, divulgada por The New York Times, frena un recurso legal que los defensores de Ábrego García habían utilizado en un intento por detener su salida o expulsión de los Estados Unidos.
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De acuerdo con el mismo medio, la resolución judicial de este miércoles, 1 de octubre, confirma que la orden final de deportación dictada en 2019 contra Ábrego García sigue vigente.
Pese a esto último, la administración del presidente de EEUU, Donald Trump, no puede aplicar la deportación de forma inmediata debido a un litigio sobre la legalidad de su expulsión pendiente en el Tribunal Federal del Distrito de Maryland. Mientras no se resuelva ese caso, el migrante seguirá en los Estados Unidos
¿A DÓNDE PODRÍAN DEPORTARLO?
Lo que se sabe, es que la administración Trump llegó a considerar, entre sus alternativas de expulsión de Ábrego García, enviarlo a Uganda o al diminuto país africano Eswatini. No obstante, la ausencia de acuerdos con esos países impidió que se llevara a cabo, explicaron sus abogados a NBC News.
Por ahora, la jueza federal Paula Xinis mantiene suspendida cualquier deportación a un tercer país, hasta la audiencia programada para el próximo lunes, donde evaluará la legalidad del procedimiento del gobierno.

¿QUÉ OTRO LITIGIO TIENE PENDIENTE?
Mientras su defensa intenta bloquear cualquier deportación, Ábrego García enfrenta un proceso penal en la Corte Federal de Distrito de Nashville, acusado de supuesta conspiración para ingresar migrantes indocumentados a Estados Unidos entre 2016 y 2020.
DETENIDO TRAS SU REGRESO DE EL SALVADOR
Abrego García fue detenido por ICE en Baltimore tras salir de una cárcel en Tennessee. Enfrenta acusaciones de pertenecer a la pandilla MS-13, algo que él niega rotundamente.
Sus abogados han solicitado reabrir el caso migratorio que fue cerrado en 2019, cuando se le negó el asilo por haberlo pedido fuera del plazo legal. Sin embargo, en ese entonces, un juez le otorgó protección contra la deportación a El Salvador. En aquella oportunidad, se reconocieron presuntas amenazas creíbles de violencia por parte de pandillas locales.
Sin embargo, la administración Trump, en una maniobra polémica, deportó a Abrego a El Salvador en marzo, violando la orden judicial que prohibía su expulsión a ese país.
Tras una demanda presentada por su esposa, ciudadana estadounidense, y una orden de la Corte Suprema, Abrego fue devuelto a EEUU en junio.
Durante los últimos años, Abrego vivió en Maryland con su familia, «reportándose» regularmente ante ICE. Su defensa argumenta que, tras su regreso en junio, tiene derecho a solicitar asilo nuevamente dentro del plazo legal, lo cual hizo y le negaron. Además, ha expresado que, en caso de ser deportado, preferiría ser enviado a Costa Rica, país donde considera que su vida no estaría en peligro.
TRÁFICO DE PERSONAS
Tras su regreso de El Salvador, fue cuando lo acusaron formalmente de tráfico de personas. El caso de Ábrego García se originó en una parada de tráfico en Tennessee en 2022. En ese año lo detuvieron por exceso de velocidad y supuesto traslado de personas con estatus irregular.
Aunque los agentes sospecharon de tráfico de personas al encontrar nueve pasajeros en su vehículo, lo dejaron ir con una advertencia.
No fue sino hasta abril de este año, que el Departamento de Seguridad Nacional inició una investigación formal. En respuesta, los abogados del acusado alegan que el proceso penal en su contra es una represalia por haber impugnado su deportación a El Salvador.