La masiva invasión de tarántulas que afectará a varios estados de EEUU

Luis Alfredo Ledezma
3 Min de Lectura
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Cada otoño, un fenómeno tan fascinante como inquietante se despliega en varios estados del suroeste y oeste de EEUU, que provocará una invasión masiva de tarántulas durante los próximos meses.  

Se trata de la temporada de apareamiento de las tarántulas, cuando miles de machos emergen de sus madrigueras subterráneas para buscar pareja antes de morir, recorriendo caminos, parques y campamentos.  

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Lo que se sabe, es que este comportamiento se concentra entre septiembre y noviembre, cuando las primeras lluvias y el aumento de la humedad despiertan a estos arácnidos de su letargo estival.  

Según expertos, estos arácnidos prefieren los climas secos y se distribuyen principalmente en estados como Arizona, California, Texas, Nuevo México, Nevada, Utah, Colorado, Oregón y Washington. También se han registrado especies en Florida, Oklahoma y Misuri. 

Durante la mayor parte del año, las tarántulas permanecen ocultas y son nocturnas, lo que las hace difíciles de ver. Pero en otoño, los machos jóvenes salen en masa al anochecer y durante la madrugada, guiados por feromonas en el aire.  

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Su búsqueda de pareja es una carrera contrarreloj, y si tienes «suerte», podrías ver verdaderas “hordas” cruzando carreteras y senderos. 

Las hembras pueden vivir entre 20 y 25 años, permaneciendo cerca de sus madrigueras, mientras que los machos tienen una vida mucho más breve: tras alcanzar la madurez sexual, emprenden su última travesía en busca de reproducción.  

Este contraste biológico, explica por qué los machos son los protagonistas visibles de cada temporada. 

MÁS ALLÁ DEL MIEDO  

Aunque su aspecto puede intimidar, las tarántulas son criaturas dóciles y esenciales para el equilibrio ecológico. Controlan poblaciones de insectos y sus madrigueras mejoran la calidad del suelo.  

Su tamaño, comparable al de una pelota de béisbol, y su aspecto velludo, sin dudas, pueden provocar sorpresa o temor entre excursionistas y campistas. 

Sin embargo, su presencia indica un ecosistema saludable, por lo que los expertos recomiendan observarlas con respeto y sin intervenir en su recorrido. 

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