Agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) realizaron una parada de tráfico en la calle Kimball, en Fitchburg, en Massachusetts (EEUU), que provocó la aparente convulsión de un hombre dentro de un carro.
De acuerdo con versiones difundidas por medios locales, durante el procedimiento, intentaron detener a una mujer identificada como Juliana Milena Ojeda Montoya, ciudadana ecuatoriana, señalada por la policía local por presuntos delitos.
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En el vehículo también se encontraba un hombre cargando a un bebé, quien se convirtió en el centro de una escena que rápidamente se tornó crítica al protagonizar un episodio de «convulsión».
Según testigos y videos difundidos en redes sociales, los agentes intentaron arrebatar al bebé de los brazos del hombre mientras lo jalaban por el cuello para sacarlo del automóvil.
En medio del forcejeo, el individuo comenzó a «convulsionar», lo que generó gritos de alarma entre los presentes.
Las imágenes muestran al hombre rígido y tembloroso, mientras un agente enmascarado intenta sostenerlo por el cuello con una mano enguantada.
La policía de Fitchburg fue llamada en dos ocasiones para asistir en el operativo, pero se retiró tras considerar que la situación no requería su intervención directa.
¿QUÉ DIJO ICE SOBRE EL OPERATIVO?
ICE, por su parte, defendió la legalidad del procedimiento, argumentando que su objetivo era la detención de la mujer por causas penales.
Sin embargo, la agencia ha sido duramente criticada por la violencia del operativo y el impacto físico y emocional que tuvo sobre el hombre y el menor involucrado.
¿QUÉ DELITO COMETIÓ LA MUJER?
Según un comunicado emitido por el ICE, Juliana Milena Ojeda Montoya enfrenta cargos por presunta agresión con un objeto peligroso contra una compañera de trabajo.
Asimismo, señalaron que Ojeda habría apuñalado a la víctima y posteriormente le habría lanzado un contenedor de basura, lo que motivó la intervención de las autoridades para su captura.
“Durante el arresto, Ojeda Montoya se resistió y los agitadores (testigos) intentaron impedirlo. La policía de Fitchburg respondió al lugar para ayudar con el control de la multitud”, se lee en el informe oficial.
Lo que se explicó, es que los agentes solicitaron a la mujer que entregara a su esposo, Carlos Zapata Rivera, durante el operativo. Sin embargo, se negó a colaborar, según las autoridades, hasta que su pareja «simuló sufrir una emergencia médica».
#Internacional | Un hombre sufrió una convulsión luego de que agentes del ICE intentaran quitarle un bebé de los brazos. Testigos señalan que uno de los oficiales lo tomó del cuello instantes antes de que se pusiera rígido y cayera al suelo.#ICE #Inmigración #EstadosUnidos pic.twitter.com/KSYKRHkaUl
— Distrito Regio (@distritoregio) November 7, 2025
¿QUÉ SE SABE DEL ESTADO DE SALUD DEL HOMBRE?
“Su esposo, también un inmigrante ilegal de Ecuador, rechazó la ayuda médica y no mostró absolutamente ningún signo de problemas médicos momentos después”, complementó el servicio migratorio. “ICE llamó al 911, pero el inmigrante ilegal rechazó cualquier atención médica”, se agregó en el reporte.
«A pesar de los varios intentos de los agentes del orden de ICE por reducir la tensión en la situación y las repetidas solicitudes de que el padre se hiciera cargo del niño, ambos padres declararon que estaban dispuestos a entregar al niño a la custodia del Estado», continúa el informe.
REDADAS MIGRATORIAS
El arresto ocurrió en un contexto de intensificación de operativos migratorios por parte de agentes federales, quienes, según reportes, tienen la directriz presidencial de realizar al menos 3.000 detenciones diarias de inmigrantes indocumentados.
Esta política, ha generado una creciente polémica entre sectores de la sociedad estadounidense.
En medio de cientos de intervenciones, múltiples denuncias han señalado el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes, así como la detención de menores de edad e incluso de ciudadanos estadounidenses, lo que ha encendido las alarmas entre organizaciones defensoras de derechos humanos.
A pesar de las acusaciones, ICE continúa negando que sus oficiales hayan incurrido en actos violentos durante los procedimientos de arresto.

