Un jurado federal del Distrito Este de California (EEUU) impuso una contundente condena al exoficial J. DeShawn Torrence, de 41 años, por agredir sexualmente a cuatro mujeres mientras ejercía funciones oficiales como policía en la ciudad de Sanger.
La condena, emitida tras un juicio de dos semanas, incluye ocho cargos por privación de derechos constitucionales bajo pretexto de la ley, cinco de los cuales involucran secuestro y abuso sexual agravado.
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En concreto, se impuso una condena al acusado de cinco cadenas perpetuas consecutivas.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, las víctimas, todas mujeres en situación de vulnerabilidad, fueron atacadas en distintos contextos.
Una joven madre de 21 años fue secuestrada mientras compraba comida para sus hijos y agredida en un callejón. Otra mujer de 67 años fue violada en su domicilio tras ser seguida por Torrence durante una investigación por conducir bajo los efectos del alcohol y otra víctima fue inmovilizada y agredida en su cocina pasada la medianoche.
Asimismo, Torrence acudió en varias ocasiones a la vivienda de una cuarta víctima, una mujer que atravesaba una situación de violencia doméstica, bajo el pretexto de dar seguimiento a un caso previo. Durante esas visitas, la obligó a mostrar partes íntimas de su cuerpo con el engaño de que debía fotografiar sus lesiones y, en una de esas ocasiones, la llevó a su dormitorio y la agredió sexualmente.
El patrón de conducta reveló una explotación sistemática del poder policial para intimidar, acechar y violentar a estas mujeres.
ACTOS «PREMEDITADOS Y DEPRAVADOS»
Por tanto, El Departamento de Justicia calificó los actos de Torrence como “premeditados y depravados”, destacando que el expolicía abusó de su autoridad para explotar a mujeres que esperaban protección.
El fiscal general adjunto Harmeet K. Dhillon afirmó que, aunque ninguna pena puede reparar el sufrimiento causado, la sentencia representa un acto de justicia y responsabilidad institucional.
“Celebro la decisión del tribunal de imponer cadena perpetua a este expolicía, quien traicionó la confianza pública y abusó de su autoridad para perpetrar atroces actos de violencia sexual”, declaró, por su parte, el fiscal federal Eric Grant.
“Esta sentencia transmite un mensaje claro: nadie está por encima de la ley, y quienes se aprovechen de su posición para violar los derechos civiles de otros enfrentarán todo el peso de la justicia. Nuestra oficina apoya a las víctimas y mantiene su compromiso de proteger a nuestras comunidades de estos atroces abusos de poder”, agregó Grant.
Por último, detalló que la Oficina de Campo del FBI en Sacramento investigó el caso, con la ayuda de la Oficina del Sheriff del Condado de Fresno.
