Norteamérica será la sede del próximo Mundial de fútbol, en 2026, primero en la historia a disputarse con 48 selecciones.
Además será la antítesis de la Copa del Mundo en Qatar, la cual se disputó en apenas ocho estadios, mientras que la próxima edición será dividida entre los tres países del subcontinente: México, Estados Unidos y Canadá.
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Esto quiere decir que la próxima edición del Mundial, la vigésimo tercera de la historia, contará con la presencia de casi un tercio de los países asociados a la FIFA.
Es importante recordar que la primera Copa del Mundo, celebrada en Uruguay en 1930, contó con 13 equipos y se disputó con un máximo de 16 hasta le edición de 1978, jugada en Argentina. Luego 24 naciones participaron hasta 1990 y en 1994, en la Copa jugada precisamente en Estados Unidos, se extendió a 32 el número de competidores, que duró hasta el presente torneo.
100 PARTIDOS EN VEZ DE LOS HABITUALES 64
Este cambio concreta la primera gran reforma del presidente de la FIFA Gianni Infantino, sin embargo, supone un gran reto logístico porque se deben organizar 100 partidos en lugar de los 64 habituales desde 1998.
Este nuevo formato inspira a muchas de las naciones que aún no han podido acudir a la gran cita futbolística.
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«Para nosotros los africanos, es una bendición del cielo», se felicitaba la semana pasada el exinternacional nigeriano Sunday Oliseh.
«Siempre pensé que debíamos tener más representantes. Cuantos más podamos jugarla, mayores serán nuestras chances», agregó el nigeriano.
FORMATO POR DEFINIR
Aunque aún el formato en la que se jugará la Copa (número de grupos e instancias finales), la nueva repartición de cupos favorece de entrada a África y Asia que pasan a tener 9 plazas, cada uno, de las 5 y 4,5 que poseen actualmente.
Oceanía también se favorece al recibir un cupo directo, mientras que el hasta el momento siempre debió conseguir su cupo por el repechaje.
Por su parte, el continente Europeo, que ha conquistado 12 mundiales, pasará de 13 representantes a 16. Sudamérica, dueña de 10 títulos, pasará de 4,5 a 6; y la Concacaf (centro y norteamérica) tendrá un total de 6 equipos (contando los tres anfitriones), por los 3,5 actuales.
Los últimos dos billetes se distribuirán vía los repechajes.
Queda todavía por definir el formato de competición: al comienzo, la FIFA tenía en mente 16 grupos de tres equipos cada uno, con dos clasificados por llave y los cruces a partir de los dieciseisavos de final, según reseñó la AFP.
Esta fórmula permitía mantener el mismo número máximo de partidos para los equipos (7 para los finalistas), con un total de 80 partidos, pero tenía el peligro de pactos entre equipos para clasificarse ambos en el tercer encuentro de la primera fase.
El viernes, el presidente de la FIFA Gianni Infantino confirmó que la instancia desea volver a estudiar este formato en las “próximas semanas”.
“Aquí (en Catar), los grupos de cuatro han sido absolutamente increíbles hasta el último minuto de cada partido. Debemos reconsiderarlo, al menos volver a discutir el formato, si son 16 grupos de tres o 12 de cuatro…”, declaró.
Esto determinará si el número de partidos necesarios para complementar la competición sean más de 100.
AUMENTO DE INGRESOS DE LA FIFA
Otra consecuencia del cambio de formato será un aumento de los ingresos de la FIFA. La instancia acaba de anunciar una previsión de presupuestos récord de 11.000 millones de dólares durante el próximo ciclo 2023-2026, por los 7.500 millones en una Copa del Mundo con 32 equipos.
Falta por saber si la irrupción de las naciones más modestas hará decaer el nivel de juego.
