La exdirectiva de la empresa tecnológica Astronomer, Kristin Cabot, cuya vida cambió el 16 de julio de este año, cuando un video suyo se hizo viral en el concierto de Coldplay por intentar esconderse de la kiss cam para que no quedara evidencia de que estaba saliendo con su jefe, rompió el silencio y por primera vez habló públicamente sobre lo ocurrido ese día.
En el video que le dio la vuelta al mundo aparece Cabot, mientras su jefe, Andy Byron, director ejecutivo de Astronomer, la abraza por la espalda. Al momento en que la cámara los enfoca, ambos intentaron esconderse, ya que los dos tenían pareja, pero ya era demasiado tarde.
«Fue un error cliché después de unos cócteles de tequila. Tomé una mala decisión. Asumí la responsabilidad y renuncié a mi carrera por ello. Ese es el precio que elegí pagar», dijo Cabot a The New York Times.
La experta en publicidad y ventas ingresó a la empresa en 2024 por su especialización en recursos humanos. El propio Byron la entrevistó en su primer día. Aparentemente, ambos estaban viviendo malos momentos con sus parejas, lo que los llevó a ser cada vez más cercanos. «No me dejé llevar demasiado porque él es mi jefe», comentó.
Al iniciar su proceso de separación, Cabot aceptó ir con amigos y su jefe, Byron al concierto. Todos cenaron en Stockyard y ella afirmó buscaba distraerse. «Quería ponerme un atuendo bonito y salir a bailar, reír y pasar una noche genial», recordó.
Una vez en el palco VIP ambos se besaron, aunque Cabot aseguró que esa fue la única vez que lo hicieron. «Quizás una parte de mi cerebro estaba dando saltos y agitando los brazos, diciendo: ‘No hagas esto'».
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No obstante, todo cambió cuando aparecieron en la pantalla principal del estadio. «Lo que un instante antes parecía alegría se convirtió en terror. Soy la jefa de recursos humanos y él el director ejecutivo. Es un cliché y una lástima».
Posteriormente, ambos salieron del lugar y reflexionaron sobre lo ocurrido. «Nos quedamos sentados con la cabeza entre las manos, pensando: ‘¿Qué acaba de pasar?’”. Esa noche, avisaron a la junta directiva, pero el video ya circulaba de forma viral. “Ya no solo Andrew y la junta se van a enterar de esto».
Desde ese momento empezó el acoso en su contra e incluso amenazas de muerte. La mujer recibía hasta 600 llamadas diarias y cerca de 60 amenazas de muerte. «Sé que compras en Market Basket y voy a por ti», decía uno de los mensajes.
«Mis hijos tenían miedo de que yo muriera y ellos también», contó la mujer, quien tuvo que restringir su vida social. Además, la policía vigilaba su residencia para que no le hicieran nada.
En una ocasión, recordó que estaba en una piscina comunitaria y una fotógrafa la acosa junto a su hija. «¿Por favor, podemos irnos?», suplicó la adolescente.
«Ha habido tanta oscuridad desde entonces. No sabía qué hacer para apoyar a mis hijos correctamente», añadió.
Byron también renunció y la empresa ofreció a Cabot reincorporarse, pero ella prefirió acordar su salida. «No podía imaginar cómo podría ser jefa de recursos humanos siendo el hazmerreír de la gente», declaró.
Todo eso la llevó a apresurar los trámites de divorcio. También, recurrió a apoyo terapéutico para sus hijos e intentó retomar hábitos simples.
Asimismo, aclaró que no llegó tan lejos en su carrera por lo que dice la gente, sino por su preparación. «Pasé gran parte de mi carrera quitándome las manos de encima», enfatizó.

