La cantante Britney Spears volvió a ser noticia esta semana por un video viral en el que está bailando con unos cuchillos. El caso llegó hasta las manos de la policía y varios agentes fueron hasta su casa en Los Ángeles para verificar que estuviera bien.
Cuando se viralizó el video, miles de fanáticos quedaron sorprendidos y se preguntaron por el estado de Britney. Según fuentes policiales, varias personas llamaron a las autoridades para que fueran a ver a la cantante.
Los policías, finalmente, decidieron ir a ver a Britney cuando recibieron una llamada de una persona que tenía «algún conocimiento» de la Princesa del Pop. Es decir, no era un fanático, sino una persona cercana a la cantante.
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Cuando los policías llegaron, hablaron con la seguridad de Britney y les aseguraron que ella se encontraba bien. Sin embargo, la bailarina de 41 años no quería hablar con los agentes, así que se fueron.
POLICÍA DE EVALUACIONES MENTALES
El portal TMZ precisó que entre los agentes había un miembro del equipo Smart del Departamento de Policía de Los Ángeles. Este es un grupo que se encarga de denuncias vinculadas a evaluaciones mentales.
Todo parece indicar que la visita no le gustó a Britney, puesto que, pocas horas después, su abogado llamó a la policía. Las autoridades explicaron que recibieron una llamada de una persona que hizo un control de bienestar de ella en el pasado y por eso la tomaron en cuenta.
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A principios de año, la policía recibió varias llamadas cuando Britney borró su cuenta de Instagram. Unos agentes fueron hasta su casa, algo que disgustó a la cantante y dijo que sus fanáticos «fueron demasiado lejos» e «invadieron su privacidad».
Los fanáticos de Britney se han preocupado por su estado de salud y, desde que terminó la tutela, sus publicaciones en redes sociales han generado varias polémicas. Sin embargo, las autoridades no han encontrado razones para tomar cartas en el asunto.
