El entorno de la cantante mexicana Paquita la del Barrio, fallecida a mediados de febrero a los 77 años, leyó recientemente el testamento de la intérprete, descubriendo una gran deuda y una fortuna menor de la esperada.
Poco después de la muerte de Paquita, medios mexicanos afirmaron que la cantante tenía una cuenta bancaria con unos 10 millones de dólares. A esto había que sumar los ingresos por regalías y las ganancias de sus negocios.
Sin embargo, su representante, Francisco Torres, dejó claro que la situación económica de Paquita antes de su muerte no era ideal. En primera instancia, subrayó que solicitó un préstamo para saldar sus deudas con el fisco, el cual no fue pagado en su totalidad.
Por otra parte, Paquita habría conseguido un acuerdo con la disquera Musart para conseguir dinero y pagar a la hacienda mexicana. Al igual que en el primer caso, no logró cancelar este préstamo.
«Le prestaron una cantidad fuerte para que ella pudiera pagar esa cantidad que tenía que solventar; después le dijeron que se lo cobraban con base a regalías», expuso Torres en el programa Ventaneando el 22 de mayo.
DEUDAS DE PAQUITA
Paquita tendría una deuda con la disquera de 1,5 millones de pesos, unos 78.000 dólares, además del saldo pendiente con hacienda y el primer préstamo. También hay que destacar que la cantante no habría dejado una fortuna de 10 millones de dólares, como indicaban filtraciones.
Todo este escenario ha generado una gran preocupación entre sus herederos, quien deberían hacer frente a estas deudas. Por si fuera poco, Torres reveló que Paquita no dejó claro quién obtendría las regalías de sus canciones tras su muerte.
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«Paquita no incluyó en su testamento sus regalías como intérprete (…) le mencioné eso, que ella tenía que testar su legado musical; que se lo dejara a un hijo, a los dos, a los tres, pero nunca lo hizo», añadió.
Los problemas de Paquita con el fisco son de larga data y bien conocidos. En diciembre de 2006, estuvo detenida por tener una deuda de 1,5 millones de pesos con hacienda y se vio obligada a pagar una fianza para retomar su libertad.
