Esta semana salieron a la luz nuevos detalles sobre el robo que sufrió Kim Kardashian en París en 2016.
Durante el juicio que se está llevando a cabo, su estilista Simone Harouche recordó los estremecedores gritos de Kardashian cuando la apuntaron con una pistola en la lujosa suite en la que se encontraba, en el marco de la Semana de la Moda.
“Tengo bebés y necesito vivir. Llévense todo. Necesito vivir”, suplicaba la socialité al asaltante. “Estaba fuera de sí. Nunca la había visto así», relató Harouche. El pánico de la modelo continuó, incluso cuando los asaltantes salieron del lugar.
«Gritaba, decía ‘tenemos que salir de aquí’ y ‘¿qué pasa si vuelven?’. Decía ‘tenemos que saltar por la ventana del primer piso’. Estaba claro que había sufrido un trauma importante», acotó la estilista en su testimonio de acuerdo a The Times.
Durante el ataque, los antisociales sustrajeron joyas valoradas en aproximadamente 7.5 millones de dólares.
LA DESPERTARON LOS GRITOS
Harouche relató que esa noche se despertó al escuchar “gritos y ruidos estruendosos” procedentes de la habitación de arriba. La estilista se escondió en el baño con su teléfono. Además, confesó que temía que estuvieran abusando sexualmente de Kardashian. “Pensé, ‘sea lo que sea lo que está pasando aquí, yo seré la próxima’”.
No obstante, por suerte, los ladrones no agredieron sexualmente a la modelo y solo la ataron mientras buscaban objetos de valor. La policía descubrió que el asalto lo llevó a cabo un grupo llamado «ladrones abuelos» debido a la avanzada edad de sus integrantes. Por el caso hay 10 detenidos, de los cuales la mayoría supera los 60 años.
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Uno de los privados de libertad, identificado como Aomar Ait Khedache confesó haber atado a Kardashian. Sin embargo, aseguró que no organizó el golpe, reseñó Infobae.
Otro de los detenidos, identificado como Yunice Abbas, incluso sacó un libro en 2021 llamado “J’ai séquestré Kim Kardashian” donde narró su participación en el delito. A pesar de que pudo lucrarse de la situación, su abogado confesó que el libro ha perjudicado su defensa.
Los ladrones se llevaron joyas de gran valor, incluyendo un anillo de compromiso de 18,8 quilates, entregado a Kardashian por el rapero Kanye West. Este anillo, valorado en 3.5 millones de dólares, permanece desaparecido, como gran parte del botín.
